Chamacas y chamacos, ¿qué es más ofensivo para el estilo de vida americano? ¿afroamericano musulmán o mujer blanca cornuda? Mmm... bueno, tal vez lo sepamos mañana...
Los departamentos nuevos son tan, pero taaaaaan grandes a la hora de hacer la primera barrida y trapeada...
Por lo demás, el trabajo ha seguido constante con bomberazos esporádicos (y presupuestos que no llegan a nada, pero ellos se lo pierden)y el subconsciente me sigue mandando sueños más raros de lo habitual...
A ver: ¿qué significa soñar que desde la ventana de mi cuarto veo pasar un dragón de Komodo columpiándose con gran agilidad entre los postes de luz, mientras lleva entre sus fauces un Monstruo de Gila, con intención de devorarlo?
(Me imagino que todas las súbditas que daban la vida por su Pendejente legítimo se sienten orgullosas y honradas del respetuoso trato hacia la mujer que ha demostrado en estos días).
(¿Y de dónde sacan los del PRI reclamarle al gobierno por el TLC? Si la memoria no me falla, ellos eran los que estaban en el poder cuando lo firmaron).
En fin...
Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Prieta antivecinal, a la Polla relajada, al buen Buttkick que me va a conseguir mis cartas de retención de Proyecto C, a la Pily, a E (gracias por la amable oferta de boletos) al Animal y familia, al Cuate Edel, a la Laura, a la Mariana, al Juanhelo, y a toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.
y a la mejor novia del mundo mundial.
Próxima semana, recetas caseras de anabólicos.
RECOMENDACIONES:
-CLOVERFIELD:
Esto es EXACTAMENTE a lo que me refería...
Tengo en la DVDteca (¿les he contado que el DVD es mi invento favorito de toda la creación después de la Onlyguana?) al menos unas diez películas de Ray Harryhaussen. Que si tengo que explicarlo, es chiste local y no causa gracia. Pero bien: Ray Harryhaussen fue uno de los pioneros, y muy probablemente el máximo exponente del stop-motion (animación con esculturas de plastilina o látex, cuadro a cuadro)... la verdad, la mitad de sus películas están muy pasadas de moda o se sienten lentas o el guión está pensado para niños de los 50's... pero sus maravillosos monstruos no han envejecido un día. El centro de cualquier película de monstruos, es, precisamente, la criatura. King Kong, Godzilla, el Kraken, Talos, la Bestia de las Profundidades... si uno va a ver una película de monstruos, no va a esperar un guión a nivel de Óscar. Va por un par de horas de diversion viendo alguna gran criatura.
En la otra sección de la DVDteca tengo algunas películas selectas de terror. Entendiendo selectas como las que me ponen al borde del asiento sin hacerme sentir náuseas (nada cerca del territorio de Saw, por ejemplo): el Resplandor, Alien, La Noche de los Muertos Vivientes... como les he contado en mis múltiples alusiones a Val Lewton, lo más difícil de asustar es que hay que jugar con lo inesperado sin llegar al susto fácil de telefonazo. Sobre todo, jugar con las ausencias y con la imaginación del usuario, porque lo más aterrador es lo que no se ve, lo que la mente agrega a la mezcla de celuloide. Y realmente los monstruos no asustan. Son fabulosos de ver y jamás cansan... pero en el momento que se le da forma al terror, deja de ser tan aterrador.
Así que las películas de monstruos y las de terror realmente son dos especies muy distintas e irreconciliables.
A menos que encuentres el punto de equilibrio entre mostrar apenas lo suficiente del monstruo como para hacerlo impresionante pero mantengas lo bastante en el misterio como para que la imaginación lo haga mucho peor de lo que se ve.
A menos que le quites todo el glamour y la posible simpatia a la criatura gigantesca, y lo vuelvas una amenaza distante, inexplicable e incontenible, imposible de rastrear, imposible de comprender, casi omnipotente en su intensidad.
A menos que logres poner al espectador en medio del caos, haciéndolo sentir indefenso e inseguro, rodeado de una destrucción de escala inimaginable de la que no hay escape.
Cloverfield es mucho más que el simple híbrido de Godzilla y la Bruja de Blair que se menciona. Sí, usa toda la técnica de la última con el argumento exacto de la primera. Y sin embargo es diferente a todo lo hecho antes. J.J. Abrams ya es serio contendiente para ocupar el lugar de Spielberg en algún futuro próximo, a base de puro talento e innovación. Y de hacer las cosas bien y con un cálculo maniático. Sobre todo, con valor. El valor de gastar millones en desarrollar un monstruo que apenas se ve por instantes y crear una súperproducción que apenas se aprecia a través de la cámara de video. El valor de arriesgarse a enfurecer a la audiencia haciéndola sentir desolada y vacía (hasta que se da cuenta de que de estar en esa situación, sería exactamente como se sentiría). El valor de pensar en grande...
Sí, hay momentos mareantes. Sí, la misión de los protagonistas es simplona. Pero dirán lo que quieran sobre la película, no los va a dejar indiferentes. Y a fin de cuentas, el buen cine es sobre provocar reacciones, y estas reacciones van a reverberar durante largo tiempo.
(Pero eso sí... QUIERO una cámara indestructible y de batería eterna como ÉSA... y el dvd deberá estar GENIAL).
A fin de cuentas, los monstruos están para adorarlos, odiarlos o huír de ellos. Pero no importa lo que hagamos, siempre regresamos a darles otra oportunidad.
Eso es.
