...mmm... saben, mis pequeños pitufitos, por una vez no tengo una Holy que vaya con el espíritu del día... tal vez la de hoy de Proyecto C... bueno... el caso es que por esta ocasión, disculparán la ausencia de la enana, pero los nervios están hasta arriba. (Aparte, tal vez se merece el break por cumplir cuatro años en el aire)
Detalles, detalles... ir por el traje, (al que ya descubrí porqué le llaman jaqué... es lo que uno dice cuando mencionan el precio), cerrar la maleta, tomar aire... caramba, vaya trances.
Una historia:
Hace 33 años y algunos días, la Progenitora estaba en el día que se nos ocurrió venir al mundo, corriendo de madrugada por la Minerva buscando algún transporte o taxi o lo que fuera para llegar al hospital. No tenía vehículo, obviamente, no tenía familia que la acompañara, del esposo mejor no hablamos. Y la asistencia llegó de la nada en forma de un respetable camionero rumbo a la ruta, que le ofreció llevarla justo en la parada de camión frente a donde hoy se encuentra la agencia de Smart. Bueno, estamos aquí, así que la experiencia fue exitosa.
Hace 3 años y algunos días (más como meses), después de una de las pocas veces en que efectivamente el cliente me tranzeó el cheque, llegué iracundo exactamente a la misma parada de camión, a donde jamás iba, y a una hora que no tenía nada que hacer ahí. Y lo siguiente que veo es bajar del minibús a la mujer de mi vida.
Así que tal vez los rayos no caen dos veces en el mismo sitio... pero afortunadamente los milagros que cambian la vida, sí ;)
Y ese es el pensamiento que nos queda... tal vez mañana estaremos demasiado frenéticos para escribir algo, así que: gracias a todos por los ánimos y el apoyo. Huímos tres semanas a la aventura europea, trataremos de reportarnos. Les encargo a Laura. Sean felices.
Eso es.
