Hacia el futuro un día a la vez...
(Nota atrasada: "Vengo de Ceosa"... hay que leerlo en voz alta. Preferentemente debe decirlo una chamaca rápidamente junto a una audiencia desprevenida, verán el efecto).
Mundo de ciencia ficción: ahora tenemos una bóveda indestructible sepultada en Noruega con millones de muestras de semillas, tal como en Titán A.E. (esa película merecía mejor suerte). Un kit para reconstruir un mundo desde cero. Bueno, no exactamente desde cero, pero esa es la idea, como el arca de Noé planeada con más anticipación. Ésas son noticias que no ocurren todos los días.
Mundo surrealista: ahora habrá levantamientos en armas para exigir que se revoque la nueva ley antitabaco (para los que llegaron tarde a la película o están allende las fronteras: ya no se va a poder fumar en restaurantes y locales públicos, salvo en áreas aisladas, y las multas van hasta los 50 mil dólares). Dicen que la ley viola las libertades individuales. Bueno, habiendo convivido cinco interminables semanas con aquélla figura de la publicidad local llamada El Príncipe Charro (por no hacer referencia despectiva a su metro y medio de altura) y su tranca de fumar aroma a vainilla, creo que el derecho a respirar debería tener preferencia. Sugiero un compromiso: hay que rescatar la idea del cono del silencio del Súper Agente 86, y dotar de uno a cada fumador. Todos contentos. Aplausos.
Mundo degenerativo: me desbarata que en los medios de comunicación se empeñen en confundir CONCURSO con SORTEO. Concurso es una competencia de habilidad. Sorteo es un juego de azar. Por favor péguenle esto a los locutores en donde no lo olviden.
El Voltarén ayuda a la espalda. Un poco.
Seguimos trabajando.
Eso es.
Mundo de ciencia ficción: ahora tenemos una bóveda indestructible sepultada en Noruega con millones de muestras de semillas, tal como en Titán A.E. (esa película merecía mejor suerte). Un kit para reconstruir un mundo desde cero. Bueno, no exactamente desde cero, pero esa es la idea, como el arca de Noé planeada con más anticipación. Ésas son noticias que no ocurren todos los días.
Mundo surrealista: ahora habrá levantamientos en armas para exigir que se revoque la nueva ley antitabaco (para los que llegaron tarde a la película o están allende las fronteras: ya no se va a poder fumar en restaurantes y locales públicos, salvo en áreas aisladas, y las multas van hasta los 50 mil dólares). Dicen que la ley viola las libertades individuales. Bueno, habiendo convivido cinco interminables semanas con aquélla figura de la publicidad local llamada El Príncipe Charro (por no hacer referencia despectiva a su metro y medio de altura) y su tranca de fumar aroma a vainilla, creo que el derecho a respirar debería tener preferencia. Sugiero un compromiso: hay que rescatar la idea del cono del silencio del Súper Agente 86, y dotar de uno a cada fumador. Todos contentos. Aplausos.
Mundo degenerativo: me desbarata que en los medios de comunicación se empeñen en confundir CONCURSO con SORTEO. Concurso es una competencia de habilidad. Sorteo es un juego de azar. Por favor péguenle esto a los locutores en donde no lo olviden.
El Voltarén ayuda a la espalda. Un poco.
Seguimos trabajando.
Eso es.
2 Comments:
Espero que ya te sientas mejor de tu espalda!!! Ánimo!!!
Y bueno eso del Arca de Noé con semillitas, es genial... aunque pienso que deberían de hacer algo similar pero con los animales que están en peligro de extinción. Si...pero en este caso sería poner varias estaciones en diferentes partes del mundo de acuerdo al tipo de animal para dejarlo en su hábitat. Que se acordonara la zona en cuestión y que llevaran biólogos para supervisar el desarrollo de las especies, para que se reproduzcan y se puedan conservar. Pero bueno... creo que a los gobiernos de las naciones no les importa invertir en eso. Oh si... soy una soñadora!
¿Titán A.E.? Naaaaahhhhh... está malita. Ves la película japonesa Lensman y te das cuenta de dónde sacaron todas las ideas.
Tristemente, no sería posible guardar simplemente material genético de un animal para sacarlo luego de una crisis planetaria. Lo que me asusta realmente de un proyecto como la bóveda es que la gente todavía esté pensando en la POSIBILIDAD de guerras nucleares.
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