Viernes y ni en cuenta...

...y de repente los días se diluyen, realmente no me dí cuenta cómo se fue esta semana. Digo, apenas ayer era lunes, ¿no?

Hoy tuvimos un curioso efecto maratón... o más bien, de después de maratón, como que todo el gas se terminó en la carrera de ayer, y ahora nos tomó una hora correr los cien metros. También hicimos tour para repartir archivos (desgraciadamente, la conexión aún no da para mandar 600 megas). Pero bueno. Ya llegaremos al segundo aire, a nuestra edad ya no es lo mismo.

Estoy leyendo una biblia que se llama Crónicas de Ámbar, de Roger Zelazny (uno de esos escritores que me fascinan, de los que nadie ha oído hablar, y que para acabarla de amolar tiene diez años de haber colgado la pluma)... este volumen en particular fue parte del botín de San Diego en esta ocasión... diez novelas juntas en mil 200 y algo de páginas, y es más o menos la historia de una familia disfuncional de príncipes guerreros que tratan de gobernar el reino que está en el centro del universo, mientras tratan de evitar matarse mutuamente. Y se teletransportan a través de barajas. Está bastante alucinada, me gusta. Mucho más fácil de leer que, digamos, El Señor de los Anillos. Si creen que la película se hace demasiado lenta en ocasiones, intenten leer el libro: cada dos páginas los hobbits tienen que detenerse para ponerse a cantar y a recitarse sus genealogías. Y en el tercer libro, cuando destruyen el anillo, aún falta más de la mitad...

No, no soy literato, me gusta leer, pero me desesperan las descripciones y el estilo y los autores que se quieren adornar con rollo. Lovecraft me desespera y a Poe lo tolero en dosis controladas. La Ilíada me llevaba al borde de las convulsiones.

En fin, estoy desvariando.

Hoy me puse a recordar a todos los conocidos que en algún momento tuvieron la banda musical que iba a conquistar al mundo con sus éxitos... uno de mis cosecundarios tenía una de heavy metal (o similar) llamada Drakzen, y después le cambiaron el nombre por otra que no pegó... en la prepa había casi una banda por salón... ya no digamos después. No creo haber conocido algún famoso antes de ser famoso, pero tampoco soy muy musical, si a esas vamos, en secundaria aprendimos a leer las notas, pero jamás se les ocurrió enseñarnos cómo sonaban. En fin, a pesar de todo me fascina el medio como algo teórico... Y con esta va un saludo a Tragicomi-k, y a Tyler, que hace gran papel secundario.

Sean felices, es viernes.

Eso es.