Grillos...

Mmm... se supone que los grillos son una gran compañía... los orientales incluso venden casitas con un par de ellos para alegrar a los enfermos y gente solitaria (bueno, tiene una cierta lógica en cuanto a facilidad de mantenimiento y al ruido que se obtiene en retribución). Y en efecto, la casa nunca se siente solitaria cuando hay algún grillo en el rincón.

Hasta cierto punto... caramba, detesto aplastarlos... son inofensivos y todo eso (bueno, tal vez en el próximo episodio del Dr. House revelen que portan alguna toxina de lenta liberación y fatal), y si los encuentro les doy empujoncitos hasta que los saco de la casa. Pero esta vez están abusando, alguna grilla se dió a la tarea de repoblar el mundo y me están impulsando al genocidio...

En fin.

Seguimos trabajando... después del coma.

Eso es.