Canalizando a Kubrick...
...hay muy buenas razones por las cuales los dentistas no se visitan más de dos veces al año si puede evitarse.
Y eso que mi dentista es madre de familia y por ende una mejor persona que el promedio en teoría... y sí, en ningún momento pongo en tela de juicio su profesionalismo y calidad moral... pero vaya hora tan perfectamente Kubrickiana... música clásica de fondo, la mujer con mascarilla y los extraños aparatos de tortura en funcionamiento, me sentía haciendo casting para Naranja Mecánica.
(A la que nunca le he entendido, por cierto).
Pero me dice que la muela biónica aún funciona. Que eventualmente habrá que endodonciarla y sustituirla por alguna milagrosa porcelana, pero todavía no. Menos mal, suena tardado, sádico y caro.
Mmm... tengo curiosidad. ¿Quién nos visita repetidamente desde Manchester?
(En mi encantadora inocencia de mi época de kinder veía una y otra vez el comercial en el que Lucía Méndez iba vestida con la camisa Manchester del galán, que llegaba a preguntarle si ella la tenía, a lo que la dama en cuestión respondía abriéndose los primeros botones y diciéndole: pues, te la presto... y nunca entendía para qué se la iba a prestar. Juventud divino tesoro. Hasta que usé una Manchester me sentí a gusto).
Mmm... nota significativa, nunca usé una Manchester.
Porcelana... bueno, dicen que hay cerámicas prácticamente indestructibles. Se hacen motores de cerámica, soportan temperaturas a las que cualquier metal se vaporiza.
En fin... seguimos trabajando.
Eso es.
Y eso que mi dentista es madre de familia y por ende una mejor persona que el promedio en teoría... y sí, en ningún momento pongo en tela de juicio su profesionalismo y calidad moral... pero vaya hora tan perfectamente Kubrickiana... música clásica de fondo, la mujer con mascarilla y los extraños aparatos de tortura en funcionamiento, me sentía haciendo casting para Naranja Mecánica.
(A la que nunca le he entendido, por cierto).
Pero me dice que la muela biónica aún funciona. Que eventualmente habrá que endodonciarla y sustituirla por alguna milagrosa porcelana, pero todavía no. Menos mal, suena tardado, sádico y caro.
Mmm... tengo curiosidad. ¿Quién nos visita repetidamente desde Manchester?
(En mi encantadora inocencia de mi época de kinder veía una y otra vez el comercial en el que Lucía Méndez iba vestida con la camisa Manchester del galán, que llegaba a preguntarle si ella la tenía, a lo que la dama en cuestión respondía abriéndose los primeros botones y diciéndole: pues, te la presto... y nunca entendía para qué se la iba a prestar. Juventud divino tesoro. Hasta que usé una Manchester me sentí a gusto).
Mmm... nota significativa, nunca usé una Manchester.
Porcelana... bueno, dicen que hay cerámicas prácticamente indestructibles. Se hacen motores de cerámica, soportan temperaturas a las que cualquier metal se vaporiza.
En fin... seguimos trabajando.
Eso es.
3 Comments:
Yujuuu!!! Pasaba por aqui y quise saludarte!
Que bueno que todo salió bien con la dentista!
Saluditos!
Mensaje de Jesús Rodríguez Acosta:
Así que era Lucía Mendez la del comercial, eso explica muchas cosas. Luego la sustituyeron por una actriz que trataba de ser más sensual, pero reprobaba por completo.
Curiosamente la frase de que "Hasta que usé una Manchester me sentí a gusto", quiere decir que él se sentía muy bien hasta que usó una Manchester.
Suerte por allá. Felicidades por tu revista.
Maldición, he sido descubierto. Declaro ser el visitante de Manchester que se pasa casi todos los días por tu blog, al cual llegué tras la recomendación de la familia Maybrick y me aficioné después de ver la secuencia de Batman, Spiderman y el Duende Verde. Me pareció excelente, al igual que todo lo que dibujas.
Yo también alucinaba con el comercial de Manchester y la expresión: Si quieres, te la presto. Curiosamente en Manchester ya casi no se producen textiles y no es ciertamente un pueblito de ensueño. Es más bien una ciudad grande con un montón de estudiantes borrachos, entre ellos el que esto escribe.
Saludos.
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