Vueltas y en agosto no debería hacer frío...
Alguna vez leí que agosto es el único mes que prácticamente no tiene fiestas, asuetos o similares, al menos en esta parte del mundo... también estaba viendo que prácticamente no hay más fiestas de guardar hasta Navidad... caramba, hasta el día del informe cae en sábado... año sin puentes.
En contraposición, estos días muertos son desesperantes... hay mucho qué hacer, pero no vale la pena empezar nada hasta que llegue la aprobación del cliente... y claro, siempre hay cuatro o cinco niveles a los que tienen que aprobarse las cosas... desgraciadamente, aunque me cueste reconocerlo, las empresas sólo se mueven rápido si son una dictadura. Las democracias no son buenas para el freelance.
En fin. Hoy todas las calles estaban inundadas de escolapios estrenando sus relucientes años escolares. Mmm... en aquéllos días de primaria la progenitora tenía a bien condicionarme desde dos semanas antes a madrugar progresivamente para que el shock cultural no fuera tan grave el primer día (aunque honestamente hubiera preferido dormir las horas extras y traumarme sólo el primer día).
La primaria, al menos en el ambiente de las monjas, era de un avance progresivo y jerárquico... los salones de kinder estaban en el subsuelo, y los tres pisos siguientes eran de grados en incremento, hasta terminar en el último piso que era todo de secundaria (en estos días parece que ya hay un edificio extra que abarca hasta algo universitaroide)... así que el ascenso en la escala educativa era a una velocidad de dos salones por año (porque había grupo a y b de cada grado).
Mmm... ya recordé lo que me tenía de malas el otro día. En quinto de primaria la mayor parte del salón no se sabía las tablas de multiplicar. Sí, en mis tiempos nos las aprendíamos. En segundo o tercero, a lo sumo. Digo, no es una gran hazaña, ¿o sí? Y no creo que hubiera nada extraordinario en el hecho de que cinco o seis nos las supiéramos... lo extraordinario es que la Madre Piedad nos obligara a los cuarenta a pasar un mes reaprendiendo las tablas con esas malditas canciones de ronda de preescolar (y sí, es en cada gramo tan denigrante como suena), lo necesitáramos o no.
Caramba... eso es una historia de terror. Mi terapeuta estaría orgullosa de que por fin pudiera expresarla.
Brrr.
Eso es.
En contraposición, estos días muertos son desesperantes... hay mucho qué hacer, pero no vale la pena empezar nada hasta que llegue la aprobación del cliente... y claro, siempre hay cuatro o cinco niveles a los que tienen que aprobarse las cosas... desgraciadamente, aunque me cueste reconocerlo, las empresas sólo se mueven rápido si son una dictadura. Las democracias no son buenas para el freelance.
En fin. Hoy todas las calles estaban inundadas de escolapios estrenando sus relucientes años escolares. Mmm... en aquéllos días de primaria la progenitora tenía a bien condicionarme desde dos semanas antes a madrugar progresivamente para que el shock cultural no fuera tan grave el primer día (aunque honestamente hubiera preferido dormir las horas extras y traumarme sólo el primer día).
La primaria, al menos en el ambiente de las monjas, era de un avance progresivo y jerárquico... los salones de kinder estaban en el subsuelo, y los tres pisos siguientes eran de grados en incremento, hasta terminar en el último piso que era todo de secundaria (en estos días parece que ya hay un edificio extra que abarca hasta algo universitaroide)... así que el ascenso en la escala educativa era a una velocidad de dos salones por año (porque había grupo a y b de cada grado).
Mmm... ya recordé lo que me tenía de malas el otro día. En quinto de primaria la mayor parte del salón no se sabía las tablas de multiplicar. Sí, en mis tiempos nos las aprendíamos. En segundo o tercero, a lo sumo. Digo, no es una gran hazaña, ¿o sí? Y no creo que hubiera nada extraordinario en el hecho de que cinco o seis nos las supiéramos... lo extraordinario es que la Madre Piedad nos obligara a los cuarenta a pasar un mes reaprendiendo las tablas con esas malditas canciones de ronda de preescolar (y sí, es en cada gramo tan denigrante como suena), lo necesitáramos o no.
Caramba... eso es una historia de terror. Mi terapeuta estaría orgullosa de que por fin pudiera expresarla.
Brrr.
Eso es.
posted by Axel at 10:40 PM
1 Comments:
Vaya si que en Agosto no hay días festivos pero acabo de darme cuenta de que esta semana se termina el mes... caray.. qué rápido se pasó!
Que no estabamos a principios de año?
En fin... el tiempo vuela... y lo malo es que el 16 de septiembre caerá en domingo.. y no lo recorren al lunes.. a menos que hubiera sido sabado.
Uff... así que tendremos que esperar hasta el 20 de noviembre!!! Si no fuera por los fines de semana... esto sería un relajo!
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