Viernes de Holy restaurada...

...bueno, se oye mejor que reciclada.

Por fin, un pendiente terminado hoy... nos llevó todo el día y parte de la noche y tuve que ver Grey y Bones a larga distancia, pero quedó... (algún día escribiré una disertación sobre porqué Bones se lleva de calle a CSI en cualquiera de sus encarnaciones).

Mmm... ¿qué es bueno para el insomnio? Más drástico aún, ¿qué es bueno para el insomnio cuando biológicamente ya deberías estar en coma, y son las tres de la mañana y hay que despertar en cinco horas? Era más fácil en la universidad... tenía el cronómetro interno perfectamente calibrado, me quedaba dormido en el instante en que tocaba el asiento del camión de regreso, y despertaba exactamente a dos cuadras de donde tenía que bajar (tal vez no parezca mucho, pero siempre recuperaba unos tres cuartos de hora de sueño... y todo eso cargando el portaplanos y la mochila y la regla T)... y en clase, bueno, dos palabras, Antropología Filosófica. Jamás fallaba, siempre caía en coma.

Comprendo que tiene que haber clases de relleno, pero esa sí estaba pasada de lanza... y un montón de clases que DEBIERON ser fabulosas para aplicar en la carrera, pero que se empeñaron en hacer de relleno: estadística, materiales y procesos, física en varias versiones, historia del arte... caramba, jamás se preocuparon ni tantito en adecuar el programa para que sirvieran de algo en diseño. En fin.

Extraño la clase de dibujo... esa era entretenida. A veces, diseño. Lo mejor era hacer las maquetas y/o los prototipos. Lo peor eran los planos. Oh, sí, con estilógrafos y regla T... en aquéllos días el Autocad era una leyenda urbana, y cuando lo conocimos en los últimos semestres aún usábamos floppys. Je, je.

Eso fue una regresión gruesa... sean felices, es viernes.

Eso es.