Cosas de la recuperancia...

Chamacas y chamacos, uno puede caminar por una determinada calle todos los días durante años, pero no es hasta que intenta caminarla con la lesión del pie en supuesta regeneración que se da cuenta de que esa determinada calle va cuesta arriba...

En fin.

Todos los domingos quisiera tener ese equipo de electrodos de los malignos científicos soviéticos, los que según el botón que apretaran hacían que una corriente eléctrica activara alguna región del cerebro del conejillo de indias, para cambiarle el estado de ánimo, despertarlo, anestesiarlo, o generarle una sobrecarga de adrenalina para convertirlo en un ser superdotado... creo que eran unos científicos soviéticos... ¿o era alguna copia del Hombre Nuclear? Bah, en fin, no puedo tener actitud positiva en domingo, los domingos son mi kriptonita.

Sí, sí, ya sé... visualización y actitud y mente sobre materia... pero nel, mi mente sigue nadando en gelatina.

Una vez más... ¿de veras alguien ve los infomerciales por gusto? Digo, media hora en tv no es barata aunque sea de madrugada, así que supongo que ALGUIEN los ve. Bueno, yo los tengo de ruido de fondo después de las doce, pero es porque soy demasiado marro para poner cable de ruido de fondo (y de todas formas, también existen en cable).

Datos curiosos que recuerdo a dos semanas del regreso de la Tierra de la Oportunidad:

- San Diego no se considera realmente invasión del territorio estadounidense. No se necesita permiso especial para visitarlo, sólo que pasen la visa por el lector de código de barras. Si uno va más allá de la ciudad, traspasa el límite de 25 millas de la frontera que es más o menos libre, y a partir de ahí se necesita un permiso pagado sin el cuál eres material deportable.

- En realidad, es factible sobrevivir todo el día (o incluso varios días) sin decir una sola palabra en inglés. Últimamente los trabajadores latinos se han bajado de su nube y ya aceptan hablarle a uno en la de Cervantes. Bueno, en la de Cumbia Kings.

- Una parte extrañamente estúpida del manejo de la ciudad son los semáforos. Todos tienen la clásica señal con la mano roja para detener peatones, y el mono verde para hacer que avancen, pero dicho mono verde JAMÁS dura más de diez segundos. Casi siempre menos. No hay calle lo bastante angosta para alcanzar a cruzarla en ese tiempo, a menos que uno sea atleta de nivel olímpico. Y la señal siempre coincide con el tráfico que espera para dar vuelta y aplastar al peatón cruzante. No entiendo esos semáforos.

- Aún es difícil ver musulmanes.


Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Prieta graduada, a la Polla atareada, al buen Buttkick, al heróico Cuaas, al Animal y familia, al primo Jerry, al cuate Edel, al Lalo, a la Marlene, a la Crispix, a Rabbitto, al Héctor, y a toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.

Y a la mejor novia del mundo mundial.

Próxima semana, estaremos corriendo maratón. Ajá.


RECOMENDACIONES:

-TRANSFORMERS (Sí, ya era hora):

Mmm... bueno, para estas alturas, todos los que iban a ir a verla ya fueron, es lo malo de atrasarse con estas cosas.

Pero, en corto: esta es la película de verano PERFECTA... no, no tiene lógica... no, no tiene más que él mínimo desarrollo de personajes... no, no tiene mucha más complejidad que un episodio de la caricatura, hay buenos-buenos y malos-malos y nunca se cruza la línea... sí, a veces no es más que el comercial de autos más caro de la historia... sí, tiene algunos momentos injustificables (los Autobots escondiéndose afuera de la casa... por favor...)

PERO hay veces en que la diversión pura es suficiente justificación, y aquí no hay un momento aburrido... la dirección es magistral en cuanto a que logra justo el efecto adecuado (a veces sacrificando grandes imágenes potenciales por hacer que uno se sienta en medio de la acción y la confusión como corresponsal de guerra), los efectos no son fabulosos sino lo que le sigue, y, bueno, es una guerra terminal con ROBOTS GIGANTES... con todo y su predictibilidad, toca las cuerdas adecuadas ¿qué más se le puede pedir a una película?

(Y yo sí me emocioné cada vez que apareció Optimus Prime... ok, mercado de la nostalgia, no me importa)

Eso es.