Friday, January 13, 2006

Cómo me hacía falta este fin de semana...

Algo para lo que no tenía precedente en mi caótico caudal de experiencias humanas, inhumanas y de clasificaciones intermedias, son estas cenas con la familia de la novia...
de repente hay toda una nueva colección de cuñados, cuñada, suegra y sobrinas y sobrinos... quién lo diría...

Y buena comida, por cierto... y todas las nuevas sobrinas hablan inglés y tienen celular a una edad a la que yo jugaba Pacman...

En fin.

Creo que oficialmente puedo declarar que Anastasia ya está lista para la acción, así que veremos si desquita la factura...

Siguiendo con Robocristo, este era un par de escenas que quería hacer con ansia desde que leí el guión... la primera me sigue gustando, la segunda no tanto... en fin, cuando Robocristo empieza su predicación, todos los robots quedan fascinados con sus ideas arcaicas y quieren saber qué es ese amor del que tanto habla... así que lo siguen por millones a las afueras de la ciudad, en el monte donde está el monumento a la destrucción del último humano, y ahí les dice que les va a dar la sabiduría suprema... sigue. Tengan buen fin.

Eso es.

2 Comments:

Blogger aurangelica said...

Eso si las sobrinas son otro rollo... he? que tal de despiertas? a veces hasta me asustan de tantas cosas que saben. Definitivamente estas generaciones están a otro nivel.

Que bueno que fuiste... mil gracias por todos tus detallazos!!!

:*

10:48 PM  
Blogger Núria said...

Tienes razón, es una experiencia humana sin igual esto de tener "otra" familia...Es más estresante, más intrigante, trae más dolores de cabeza ...pero también más compensaciones....todo va en aumento. Ah! las sobrinitas....me encantó conocerlas en Barcelona (sólo a 2 pero guapísimas!) mándales un saludo!
Si te pones a pensar en lo que harán los hijos de los hijos en cuanto a tecnología....ufff...creo que se podría dibujar mucho sobre eso!

3:30 AM  

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