Tuesday, January 03, 2006

La venganza de Cronos...


Por este día no puedo preocuparme por los obvios estertores de muerte de la biósfera, ni por la amenaza de millones de compatriotas operados del cerebro dispuestos a votar por un pejelagarto, ni por el muro de la vergüenza, o el éxito o fracaso del matrimonio de Elton John, o tantos infinitos temas para torturar neuronas... no puedo preocuparme ni por el destino de Chava el robalíneas.

Porque hoy, hijitos míos, estoy tratando de convencerme de que eso que encontré entre mi abundante y castaña cabellera era el regreso a mi rubio natural, y no la primera cana...

Lo sabía, lo sabía, ya tengo que escribir el testamento y checar los puntos de la afore, y encontrar un asilo con oxígeno las 24 horas y sacar la credencial del Insen...

Pero por lo menos el artículo del Informador fue bueno... para nunca haber hecho la entrevista, hasta favorable salió. Gracias por eso. Por lo menos fueron mucho más amables que ya saben quiénes, y hasta mencionaron a Holy un par de veces.

Ahora, si me permiten ir por mi bastón y mis bifocales...

Ya que hablamos de ancianidad, eso de arriba es algo muy, muy especial del baúl de mis recuerdos... el contrato decía que no podía treparlo a mi página por cierto período de tiempo, pero la revista quebró, así que espero que no les moleste. En fin, ya bastantes me han oído hablar hasta la náusea de esta criatura, pero con la sequía de material últimamente creo que podría ser bueno treparlo como curiosidad científica.

Eso es la primera página de lo que yo juraba que era mi entrada al mundo de la fama y fortuna, allá en el lejano año de 2003, cuando los responsables de Metal Hurlant me confiaron un guión de Alejandro Jodorowsky (pregúntenle a sus papás, alguno sabrá del hombre en cuestión)... una de esas cosas que salen de la nada y que son rarísimas de principio a fin (empezando porque el editor me dijo, de entrada, que no sabía dibujar gente, así que me iba a mandar una historia sin gente. Lo cuál cumplió), pero que pueden servir para contarle a los nietos alguna vez. O como dice mi héroe Mike Mignola: por lo menos no morí sin haber publicado un cómic.

Así que durante los próximos días treparé las doce páginas del engendro en cuestión, sólo para sacar de onda.

La historia se llama Robocristo (seguro que las monjas que me educaron no estarían de acuerdo con esto). Y en esta primera página, el guión dice que hay un planeta que alguna vez estuvo habitado por robots, de los cuáles todos excepto dos llevan miles de años destruídos. Y esos dos son la cosa que parece cerebro con patas, que es la Supramente, el gobernante del planeta, y el Ojo espía, que es el soplón del gobernante. Y entre los dos están repasando la historia de por qué todos los robots fueron destruídos...

Y así empieza... recuerdo que tuve que recolorear tres o cuartro veces esta cosa hasta que el editor estuvo contento. Todo fue por internet y el chiste completo se llevó casi seis meses. Sigue.

Eso es.

1 Comments:

Blogger aurangelica said...

Animate .. la primera cana es lo de menos...el problema es cuando ya no puedes caminar y necesitas la andadera... JAJAJJA... no te creas!!

Estás en la plena flor de la juventud... así que no te preocupes...ok?

Y que bien que aún publiquen sobre tí en el periódico.. eso es genial.

:* Felicidades por eso!

7:10 AM  

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