Sunday, October 09, 2005

Ya complicado...

Chamacas y chamacos, todo pasa al mismo tiempo...

Como de costumbre, las cosas se entregan ayer y la información la pasan mañana, me encuentro modificando los garabatos para adaptarlos al diseño que hizo la amante lobotomizada del ejecutivo de la agencia del DF, y básicamente malabareando veinte bolas.

Así que todo como de costumbre...

Y esta semana el Grinch:

- Vió por accidente los últimos dos minutos de Chabelo en la televisión. ¿Aún existía? Hubiera jurado que era un animatronic desde hace diez años...

- Amenazó durante largo rato tras el volante a indefensos habitantes de zona residencial. Muy pronto cerca de ustedes, ñaca, ñaca.

- Pasó viento, lluvia y agotamiento para estar en una junta entre veinte pubertos que juran que el cómic es su vida y que me pedían consejo... por favor...

- Aprendió a desarrollar espirales de Fibonacci. Para lo que pueda servir.

- Tuvo un episodio que es preferible no mencionar. Pero, caramba.

- Tuvo más ofertas de trabajo de las que normalmente caen en un mes. Claro, todas van a volver a hablar. Lo que significa que ninguna se va a armar.

Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Prieta maestra, a la Polla estudiante, a la Más Exótica de las Hijas, al heróico Cuaas, a la Wendy, al Gabriel y la Laura, al Yorch y el Lalo, y a toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer...

Y a la Onlyguana maestra, por supuesto...

Próxima semana, el chiste de los scouts en el campamento nudista. Oh, sí.


RECOMENDACIONES:

-WALLACE & GROMIT:
(Curse of the Were-Rabbit, traducida como la Batalla de los Vegetales, y no voy a hablar al respecto)

Cuando uno estudia diseño industrial y es malo para las maquetas, es como ser saxofonista con incapacidad para soplar...

Y yo era pésimo para las maquetas... más bien, siempre me comía el tiempo y dejaba la maqueta para después de los planos, la perspectiva y las memorias de uso... lo que significa que estaba cortando, lijando, pegando, armando y pintando en algún momento entre las tres y las siete de la mañana, que es cuando se entregaba el engendro...

Y saben, una maqueta hecha así es como un vampiro... no resiste la luz del día.

Intenten justificar una pieza que debía tener acabado automotriz y salió con textura de queso... de los que tienen hoyos grandes.

En fin, soy pésimo para las maquetas.


Lo que es sólo uno de los motivos por los que admiro hasta la cuadra de enfrente esta película...

En estos días, la animación de plastilina es prácticamente una curiosidad histórica, por todas las razones que me digan: impráctica, eterna en hacer, horriblemente laboriosa, infinitamente complicada...

Pero, caramba, cuando está bien hecha, se ve genial... y sin ser la mejor obra posible (esperamos la próxima del Burton para ocupar el puesto), esta es sin duda la mejor obra de animación en lo que va del año... un gran guión (o por lo menos uno bueno sin inconsistencias, y sin momentos aburridos), un tremendo diseño de personajes (que podrían no ser del gusto de todos, pero vaya que son efectivos... la actuación de Gromit y los conejos son de antología), una cantidad maniática de trabajo en cada detalle, y un impresionante cuidado en el manejo de cámaras, iluminación y escenarios...

Es una sensación especial cuando uno se pone a pensar que cada cosa que se ve en la pantalla (salvo una explosión y algunos efectos) existieron físicamente, y fueron construídos, montados, iluminados y animados a cinco o seis segundos de película al DÍA por una banda de desquiciados que decidieron invertirle años al trabajo. Que pudieron hacer en computadora, tal vez en menos tiempo y con menos dolores de cabeza. Pero no hubiera sido lo mismo. Esto es una obra de pura dedicación, entrega, aferre y pasión, de esas que se hacen por demostrar que pueden hacerse. Y bien.

Y por cierto, la historia es endemoniadamente divertida...

Y quién pudiera hacer de esas maquetas...

Eso es.

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