¿Qué sería de los contribuyentes, sin mí?...
Hoy fue mi día favorito de cada mes, el de vencimiento de los impuestos... llevo casi tres años pagando por los sueldos de los diputados y la manutención de los narcos en las cárceles, me deben reembolso desde hace dos años (y no se ve la hora aún), y estoy en el selecto 10% de los trabajadores legales y gravados... PERO que no se me ocurra pasarme un día de la fecha porque al día siguiente tengo requerimiento con multas y recargos... ¿son mis nervios, o nos están cargando la mano?
En fin... Por cierto, saludos a Paty, Gil y Juan, qué bárbaros con los detalles. Y la más Exótica de mis Hijas, que se voló la barda ¿En qué iba? La edad ya afecta...
Poco más de interesante. Bueno, cobramos cantidad atrasada, lo que ya es una noticia en estos días, y todos los demás proyectos están avanzando lenta pero inexorablemente, lo que ya es algo.
Me acabo de enterar de que TODOS mis amigos moneros se lanzaron como somalís en buffet a la convocatoria del Ocio, ¿qué tal?
Necesito vacaciones... en Lemuria, Agartha, Shangri-La o la Atlántida, de preferencia.
Ya casi no comento los garabatos, ¿verdad? Este de hoy fue el primero que hice este año expresamente para el portafolio... se me ocurrió porque se me grabó el nombre de Spring-heeled Jack (algo así como Jack talones de resorte)... para los de ustedes que sí tengan vidas y no tengan tiempo que perder con referencias raras, la historia va como sigue: Spring-heeled Jack fue una leyenda urbana que apareció en Londres a fines del siglo XIX. Se suponía que era una criatura humanoide, envuelta en una capa y casco plateados, con ojos luminosos, que aterrorizaba a la gente apareciendo de la nada en los callejones y avanzando a grandes saltos, imposibles para un ser humano. Como de costumbre con estas cosas, mucha gente la vió, pero nadie logró acercarse u obtener cualquier prueba de su existencia, y un día simplemente dejó de aparecer. Se le bautizó como Jack, porque de alguna manera lo relacionaron con el OTRO Jack.
Me encantan las leyendas urbanas, mientras más aterradoras, mejor...
Así que mi Jack es un robot con piernas de resorte... tal vez la cosa más impráctica del mundo, pero qué demonios.
Eso es.
3 Comments:
Pobre Spring-heeled Jack ...le deben doler las rodillas al andar..Terrorífico si te pisa...sobretodo.
La otra noche Felipe (Píxel)y yo estuvimos leyendo La Huida de EL MERCENARIO de V. Segrelles (http://www.segrelles.com)
un cómic que me recordó tu estilo (espero no meter la pata): máquinas imposibles y monstruos que son más "orgánicos" pero igual de monstruosos. Me gustaron los paisajes y el ambiente que refleja bajo el agua.
¿Dónde vive Spring-heeled Jack?
Woowww!!
Había visto tu ilustración pero no tenía idea de la leyenda urbana y lo que te inspiró a hacerla.
Novio... te extrañooooo muchooooo!!!
Pronto estaré por allá... mientras tanto.. estaré pensando en ti.
Un megabeso :*
Nuria, favor que me haces, pero el tal Segrelles me da cinco vueltas antes del desayuno, el tipo es increíble... ¿Se consiguen allá sus cómics? Yo jamás había oído de él...
Mmm... ¿mi Jack? en un deshuesadero... el auténtico dicen que era extraterrestre
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