Wednesday, November 30, 2011
Tuesday, November 29, 2011
Monday, November 28, 2011
Sunday, November 27, 2011
Saturday, November 26, 2011
Friday, November 25, 2011
Thursday, November 24, 2011
Viernes, garabato del día 88, y casi FIL...

... ése es un remodelado de Lorna Drake para el foro de Whitechapel. Lorna Drake, como la presentan, era un personaje de cómics hechos específicamente para niñas en Inglaterra, sobre una bailarina que después de un accidente que le impide seguir en la danza, se dedica a ser detective. O algo así. Esto lo colorearemos.
Arrancará la FIL, a menos de seis cuadras de donde se encontraron los veintitantos cadáveres... esa publicidad será excelente.
En fin... habrá que trabajar para compensar las expediciones... hasta el dólar en Comicastle ya está más caro.
Sean felices, es viernes.
Eso es.
Wednesday, November 23, 2011
Garabato del día 87. Sir Galaxad.

... de esos días que empiezo con el rayón y al final trato de encontrarle forma...
No puedo creer que la FIL ya está encima... y tan poco prespuesto (aunque, realmente, fuera de los dvd's baratos del Sótano y los álbumes de la Alianza Francesa que no puedo leer, cada vez hay menos cosas notables).
Seguimos... es día de gracias, y aunque es una fiesta gringa, me parece notable el que se tomen un día para agradecer las cosas buenas. Hay que tomar nota.
Eso es.
Tuesday, November 22, 2011
Monday, November 21, 2011
Sunday, November 20, 2011
Saturday, November 19, 2011
Friday, November 18, 2011
Thursday, November 17, 2011
Viernes, garabato del día 80, y cosas del DF..

... esa de arriba es Fantomah. Es uno de esos personajes perdidos en el tiempo, algo así como una diosa ecológica de la venganza. Para el remake/remodel de Whitechapel.
OK, en primera: Interjet tiene un servicio decente, pero una puntualidad deplorable. Más de media hora de retraso en ambos vuelos. El primero, aparte, con un aterrizaje bordeando en territorio Lost.
En cualquier momento al llegar al DF, esperaba que el piloto solicitara la desactivación del campo de fuerza para entrar a la ciudad. Resultó que era la capa de smog.
El centro histórico apesta. Literalmente, y todo él. El drenaje está destapado por todas partes. Pero bueno, fue instructivo ver las estatuas del Zócalo, y las esculturas de hiperrealismo en el Colegio de San Ildefonso, Bellas Artes, y todas esas cosas que sólo conocía por reportajes de Tábata Jalil. A quien vemos por los reportajes.
La imagen omnipresente durante todo el viaje fueron las nalgas de Lis Vega. Estaban generosamente en exhibición en cualquier puesto de periódicos. En mi infancia no contábamos con esos recursos.
El metro tiene más o menos la misma lógica que el de París o Barcelona, con una ambientación un tanto diferente. Lo de que no sabes de caricias hasta subir a dicho transporte en hora pico ahora es un hecho comprobado empíricamente.
La comida fue en Mc Donald's. Sí, me resisto a probar guisos nativos en esos ambientes.
La revisión, aparentemente fue bien. Ya veremos la próxima semana.
En fin... primera vez que vuelo a algún lugar para regresar el mismo día. Los viajes ilustran, dicen.
(Pero cada vez que voy al DF, al regresar hasta la papera de la esquina me parece Michelle Pfeiffer).
Sean felices, es viernes.
Eso es.
Wednesday, November 16, 2011
Tuesday, November 15, 2011
Monday, November 14, 2011
Sunday, November 13, 2011
Saturday, November 12, 2011
Friday, November 11, 2011
Thursday, November 10, 2011
Garabato del día 74. Robot retro. Y viernes.

... Mmm... definitivamente tengo una crisis existencial cuando conscientemente no me dan ganas de hacer el viaje semanal a Comicastle.
(O también puede ser que esta semana no llegaba nada esperado).
En fin... en este momento debería estar empacando para Festo. No estoy empacando para Festo. Por tanto, no me voy a aparecer allá. Por varias razones.
Una de las cuales es el trabajo acumulado, así que seguimos en ello...
Sean felices, es viernes.
Eso es.
Wednesday, November 09, 2011
Tuesday, November 08, 2011
Monday, November 07, 2011
Sunday, November 06, 2011
Un cuento.
Chamacas y chamacos, esta historia sacó el tercer lugar en el concurso de cuento de ciencia ficción de la revista Muy Interesante.
Algo simpático el resultado, ya que:
Prometieron publicar la lista de ganadores en el número de noviembre, lo que no ocurrió.
Prometieron que las historias de los 10 primeros lugares aparecerían en su página y la de Televisa, lo que no ocurrió.
Certificaron que el premio sería una tarjeta de 250 para librería Gandhi (lo cuál fue cierto) y una suscripción anual a la revista. (lo cuál fue falso... me mandaron doce revistas al azar del último año, la mayoría ya en mi colección).
En fin... ya establecido el hecho, he aquí el deshecho. En lo particular, el ganador del primer lugar no me impresionó ni tantito, pero ya es cuestión de los jueces. Me pasé dos horas muy divertidas escribiendo esto:
Líquido.
El fin de la humanidad empezó cuando Romeo se tatuó a Julieta.
Ya saben cómo son las modas. Nacen en tres segundos y duran cinco o seis. Así fue con los implantes de órganos vegetales, los preservativos de cinta de Mobius, el cine en seis dimensiones. Un instante todos estaban en la moda, al siguiente en algo más.
Hasta las personalidades líquidas.
¿Recuerdan las computadoras líquidas que se vendían en todas partes? Vistas al microscopio, eran como un tejido subatómico, danzando e interconectándose todo el tiempo. Un Cirque du Soleil de información en nanopartículas. Líquido. Bebes la botella y por unas horas tienes la mente de Stephen Hawking y la memoria de Medea. La computadora se evacúa naturalmente un rato después, y el océano se llena de información líquida desechada. Volveremos a eso.
Alguien se puso creativo. ¿Por qué limitarse a un subidón mental de un rato? ¿Qué más se podía hacer con una masa ilimitada de información asimilable en un coctel, con o sin aceituna?
Tomaron una computadora líquida estándar con una capacidad similar a un cerebro promedio. Trasteando un poco, y la volvieron un cerebro no promedio.
Albert Einstein en una botella.
No era real. Era la mejor conjetura basada en la información de los gustos, historia y experiencias del genio en cuestión. No importaba. Millones sabían decir Relatividad en alemán después de unos tragos.
De repente, tocar como John Lennon o filosofar como Sócrates estaban a una botella de distancia. El mundo bebió y se maravilló. Programador de personalidades fue la carrera del futuro por casi una semana.
Y empezaron las mezclas.
¿Cóctel Conquistador? Un toque de Casanova, una generosa porción de Alejandro Magno, unas gotas de Howard Hugues. ¿Un Sexólicito? Mata-Hari con Marqués de Sade sobre dos dedos de Helena de Troya. ¿Cómo no probar? A veces funcionaba. La mayoría de las veces el sistema nervioso explotaba como súper nova. Había que ser un barman experto para inventar personalidades viables. La moda iba en descenso.
¿Qué más se podía hacer?
La idea vino de un hacker/tatuador que acababa de compartir un cóctel Romeo/Julieta con su novia. Tras la experiencias no querían separarse. Querían llevarse bajo la piel.
La idea era grabar sus mentes como personalidades líquidas, y tatuarse mutuamente en el otro. Conocer todo del ser amado a nivel celular. Romántico, tal vez.
La idea de Romeo funcionó. Cada quarck de la auténtica personalidad de Julieta fue decantado en una aguja tatuadora. Él la usó para tatuarse la cara de su amada en el brazo. El tatuaje le guiñó un ojo.
Durante un tiempo todo fue maravilloso. Dos mentes en un cuerpo. Julieta lo conoció hasta su último rincón. El tatuaje viajaba por toda su anatomía, jugueteando de maneras insospechadas e indescriptibles.
Hasta que fue hora de retirar el tatuaje e invertir el proceso.
Resultó que Julieta había desarrollado un nivel superior de percepción, al ser la primera auténtica personalidad traducida a información líquida. Algo así como veintiocho sentidos extra. Una escala de valores y prioridades inhumana. No quería volver a la simple humanidad.
Más bien licuó la personalidad de Romeo. Ambos líquidos y por una vía indigna, llegaron al océano. Un océano lleno de información líquida desechada que abarcaba todo el mundo. Reprogramada por el combo Julieta/Romeo que se extendió por la masa informática como gota de petróleo.
¿Todos conocen el ciclo del agua? Bien. Eso mismo ocurrió, con personalidades evaporadas que llovieron y licuaron las personalidades de todos aquellos sobre los que caían. O las bebían. O respiraban.
La humanidad se integró a la hipermasa líquida en menos de una semana. Diez mil millones de mentes interconectadas. Más potencial mental que en el resto del universo. Así es como conocemos la historia de Romeo y Julieta.
Si algún día llega un visitante alienígena y decide sumergirse en este océano después de examinar las ciudades desiertas... las cosas se pondrán realmente interesantes.
Eso es.
Algo simpático el resultado, ya que:
Prometieron publicar la lista de ganadores en el número de noviembre, lo que no ocurrió.
Prometieron que las historias de los 10 primeros lugares aparecerían en su página y la de Televisa, lo que no ocurrió.
Certificaron que el premio sería una tarjeta de 250 para librería Gandhi (lo cuál fue cierto) y una suscripción anual a la revista. (lo cuál fue falso... me mandaron doce revistas al azar del último año, la mayoría ya en mi colección).
En fin... ya establecido el hecho, he aquí el deshecho. En lo particular, el ganador del primer lugar no me impresionó ni tantito, pero ya es cuestión de los jueces. Me pasé dos horas muy divertidas escribiendo esto:
Líquido.
El fin de la humanidad empezó cuando Romeo se tatuó a Julieta.
Ya saben cómo son las modas. Nacen en tres segundos y duran cinco o seis. Así fue con los implantes de órganos vegetales, los preservativos de cinta de Mobius, el cine en seis dimensiones. Un instante todos estaban en la moda, al siguiente en algo más.
Hasta las personalidades líquidas.
¿Recuerdan las computadoras líquidas que se vendían en todas partes? Vistas al microscopio, eran como un tejido subatómico, danzando e interconectándose todo el tiempo. Un Cirque du Soleil de información en nanopartículas. Líquido. Bebes la botella y por unas horas tienes la mente de Stephen Hawking y la memoria de Medea. La computadora se evacúa naturalmente un rato después, y el océano se llena de información líquida desechada. Volveremos a eso.
Alguien se puso creativo. ¿Por qué limitarse a un subidón mental de un rato? ¿Qué más se podía hacer con una masa ilimitada de información asimilable en un coctel, con o sin aceituna?
Tomaron una computadora líquida estándar con una capacidad similar a un cerebro promedio. Trasteando un poco, y la volvieron un cerebro no promedio.
Albert Einstein en una botella.
No era real. Era la mejor conjetura basada en la información de los gustos, historia y experiencias del genio en cuestión. No importaba. Millones sabían decir Relatividad en alemán después de unos tragos.
De repente, tocar como John Lennon o filosofar como Sócrates estaban a una botella de distancia. El mundo bebió y se maravilló. Programador de personalidades fue la carrera del futuro por casi una semana.
Y empezaron las mezclas.
¿Cóctel Conquistador? Un toque de Casanova, una generosa porción de Alejandro Magno, unas gotas de Howard Hugues. ¿Un Sexólicito? Mata-Hari con Marqués de Sade sobre dos dedos de Helena de Troya. ¿Cómo no probar? A veces funcionaba. La mayoría de las veces el sistema nervioso explotaba como súper nova. Había que ser un barman experto para inventar personalidades viables. La moda iba en descenso.
¿Qué más se podía hacer?
La idea vino de un hacker/tatuador que acababa de compartir un cóctel Romeo/Julieta con su novia. Tras la experiencias no querían separarse. Querían llevarse bajo la piel.
La idea era grabar sus mentes como personalidades líquidas, y tatuarse mutuamente en el otro. Conocer todo del ser amado a nivel celular. Romántico, tal vez.
La idea de Romeo funcionó. Cada quarck de la auténtica personalidad de Julieta fue decantado en una aguja tatuadora. Él la usó para tatuarse la cara de su amada en el brazo. El tatuaje le guiñó un ojo.
Durante un tiempo todo fue maravilloso. Dos mentes en un cuerpo. Julieta lo conoció hasta su último rincón. El tatuaje viajaba por toda su anatomía, jugueteando de maneras insospechadas e indescriptibles.
Hasta que fue hora de retirar el tatuaje e invertir el proceso.
Resultó que Julieta había desarrollado un nivel superior de percepción, al ser la primera auténtica personalidad traducida a información líquida. Algo así como veintiocho sentidos extra. Una escala de valores y prioridades inhumana. No quería volver a la simple humanidad.
Más bien licuó la personalidad de Romeo. Ambos líquidos y por una vía indigna, llegaron al océano. Un océano lleno de información líquida desechada que abarcaba todo el mundo. Reprogramada por el combo Julieta/Romeo que se extendió por la masa informática como gota de petróleo.
¿Todos conocen el ciclo del agua? Bien. Eso mismo ocurrió, con personalidades evaporadas que llovieron y licuaron las personalidades de todos aquellos sobre los que caían. O las bebían. O respiraban.
La humanidad se integró a la hipermasa líquida en menos de una semana. Diez mil millones de mentes interconectadas. Más potencial mental que en el resto del universo. Así es como conocemos la historia de Romeo y Julieta.
Si algún día llega un visitante alienígena y decide sumergirse en este océano después de examinar las ciudades desiertas... las cosas se pondrán realmente interesantes.
Eso es.
Garabato del día 70. Triceratopo.

Recuerdo de una manera bastante vívida que en mis primeros años tenía una fascinación absoluta por los dinosaurios. Me dicen que todos los niños pasan por esa etapa (no puedo esperar a que le llegue a mi heredera... quiero ver con ella toda la colección de Ray Harryhaussen). Land of the Lost, las fotos de los animatronics de Disneylandia... caramba, hasta la caricatura de Godzilla. Tenía un tiranosaurio de plástico que debo haber calcado doscientas veces.
Y aún así, no ví Parque Jurásico hasta dos o tres años después. Si la hubiera visto cuando apareció, tal vez no me hubiera detenido hasta llegar a ser padawan de Stan Winston. Tal vez.
El hecho es que nunca tienes suficientes dinosaurios...
Seguimos trabajando.
Eso es.
Saturday, November 05, 2011
Friday, November 04, 2011
Thursday, November 03, 2011
Garabato del día 67. Chica alien estrellada en Roswell. Y es viernes.

Tengo vagos recuerdos del programa de Roswell. Lo pasaban en las madrugadas en Televisa hace algunos años, y me acompañó en bastantes de mis primeras freelanceadas. Era algo así como Smallville cruzado con X-Files, ocurriendo, por supuesto, en Roswell, Nuevo México, donde pasó el choque alienígena tan mencionado.
Se me ocurre que con esta protagonista habrían durado más temporadas.
Una semana para el Festo, aún no estoy seguro qué va a ocurrir con eso.
Sean felices, es viernes.
Eso es.
Wednesday, November 02, 2011
Garabato del día 66. Catrina, por supuesto.

Y para que no se diga que no respetamos las tradiciones, llevamos mes y medio comprando pan de muerto cada semana...
(Estoy esperando que en cualquier momento ya se consiga todo el año).
Sí, mucha gente qué recordar este día. Pero como dice mi progenitora, es principalmente farolear, cuando se les debería recordar todo el año. En nuestra humilde opinión, claro. Me pregunto si la moda de este año fue dejar ipads en los altares.
Seguimos...
Eso es.
Tuesday, November 01, 2011
Garabato del día 65. Raptor a color.

Nada más terapéutico que colorear un dinosaurio salvaje, inténtenlo como alternativa a la terapia de electroshocks.
Sigue sin gustarme este horario, pero al menos la primera semana me hago la ilusión de que despierto temprano sin necesidad de alarma.
El clima pre-electoral ya me está dando agruras...
Eso es.