La experiencia de la visa...
...ok, no había pasado por una de estas en diez años.
Como en spaguetti western, lo primero que llama la atención al llegar al consulado son los aullidos lejanos, y no tan lejanos de los coyotes, ofreciendo desde formas hasta plumas y servicio-completo-incluye-taxi. Elegí ignorarlos.
La chamaca de la entrada me pidió los documentous y me recordó que no debía entrar con medicinas, armas de fuego, sustancias explosivas o chicles (¿?). A continuación, el policía me dijo que me quitara el cinturón. Le contesté que por lo menos me invitara una copa antes, forCraiseik...
Rayos x, charola, y revisión básica de Aeropuerto... y pasamos a la explanada. Que ha cambiado, antes era como pintan las prisiones en las películas de prisiones que no son dramáticas. Ahora se parece más a sala de espera del IMSS. Y ya no hay Whitney Houston para amenizar la espera, lo cuál es de agradecerse. Con altavoces así derrocaron a Noriega.
Los de multipack pasaron haciendo su agosto... mmm, en mis tiempos había que pasar por ella un mes después. Y ahora resulta que me brinqué la era de la tarjeta láser, nuevamente me van a pegar la visa en el pasaporte por vencerse. Bueno...
Después de un rato de espera con ficha (no más de diez minutos, me parece), la primera etapa es la foto y la toma de huellas onda Men in Black... y de ahí uno rebota a la confirmación de huellas, como si en los últimos treinta segundos se hubiera modificado camaleónicamente los dedos.
Ahora, de ahí a esperar la entrevista. Hay que establecer el precedente de que iba preparado con cuanto documento se me ocurrió (porque en el servicio telefónico, amablemente me djieron que no podían decirme qué me podrían pedir, así que por favor hiciera el favor de llevar TODO). Llevaba TODO. Educativos, recibos, IMSS, cédula, cartilla, acta, bautizo, análisis de sangre, botón del club de Mickey Mouse.
Hay dos tipos de magia: una que usa cosas similares para lograr efectos similares... otra que usa cosas opuestas al efecto que se quiere lograr.
Supongo que la que usé me protegía de los inspectores, porque con mis dos kilos de papeles, no me pidieron NADA.
La entrevista, fue más o menos así:
-Buenos días.
-Buenos días.
-¿Cómo está?
- Bien, gracias.
-¿A qué se dedica?
-Dibujante.
-¿De qué?
-De esto y de esto.
-Esto (un boleto numerado) es para los de mensajería, su visa llega en ocho a diez días.
Y ya.
Y eso, mis pequeños saltamontes, es como se saca una visa...
Eso es.
Como en spaguetti western, lo primero que llama la atención al llegar al consulado son los aullidos lejanos, y no tan lejanos de los coyotes, ofreciendo desde formas hasta plumas y servicio-completo-incluye-taxi. Elegí ignorarlos.
La chamaca de la entrada me pidió los documentous y me recordó que no debía entrar con medicinas, armas de fuego, sustancias explosivas o chicles (¿?). A continuación, el policía me dijo que me quitara el cinturón. Le contesté que por lo menos me invitara una copa antes, forCraiseik...
Rayos x, charola, y revisión básica de Aeropuerto... y pasamos a la explanada. Que ha cambiado, antes era como pintan las prisiones en las películas de prisiones que no son dramáticas. Ahora se parece más a sala de espera del IMSS. Y ya no hay Whitney Houston para amenizar la espera, lo cuál es de agradecerse. Con altavoces así derrocaron a Noriega.
Los de multipack pasaron haciendo su agosto... mmm, en mis tiempos había que pasar por ella un mes después. Y ahora resulta que me brinqué la era de la tarjeta láser, nuevamente me van a pegar la visa en el pasaporte por vencerse. Bueno...
Después de un rato de espera con ficha (no más de diez minutos, me parece), la primera etapa es la foto y la toma de huellas onda Men in Black... y de ahí uno rebota a la confirmación de huellas, como si en los últimos treinta segundos se hubiera modificado camaleónicamente los dedos.
Ahora, de ahí a esperar la entrevista. Hay que establecer el precedente de que iba preparado con cuanto documento se me ocurrió (porque en el servicio telefónico, amablemente me djieron que no podían decirme qué me podrían pedir, así que por favor hiciera el favor de llevar TODO). Llevaba TODO. Educativos, recibos, IMSS, cédula, cartilla, acta, bautizo, análisis de sangre, botón del club de Mickey Mouse.
Hay dos tipos de magia: una que usa cosas similares para lograr efectos similares... otra que usa cosas opuestas al efecto que se quiere lograr.
Supongo que la que usé me protegía de los inspectores, porque con mis dos kilos de papeles, no me pidieron NADA.
La entrevista, fue más o menos así:
-Buenos días.
-Buenos días.
-¿Cómo está?
- Bien, gracias.
-¿A qué se dedica?
-Dibujante.
-¿De qué?
-De esto y de esto.
-Esto (un boleto numerado) es para los de mensajería, su visa llega en ocho a diez días.
Y ya.
Y eso, mis pequeños saltamontes, es como se saca una visa...
Eso es.
2 Comments:
QUe suerte!!!
Y ya no te tocó visa láser...
:-S
La mía sigue rodando por ahí hasta el 2010... creo.
En tiempos de crisis volvemos a las pegatinas :-P
Saludillos,
Yarenny
Post a Comment
<< Home