Acelerando...

...ya tenemos mejor ritmo... y ya era hora, porque el trabajo se acumula...

Volviendo a Watchmen:

Los ochentas fueron una época bastante deprimente en la política... la mayoría de ustedes los juzgan por la música y la moda surrealista, pero eso nada más era por encima... entre Chernobyl y Afganistán, pasando por las Islas Malvinas y Star Wars (la de Ronald Reagan, no la de Lucas), parecía que en cualquier momento se soltaba la tercera guerra mundial. Me cuentan que en Inglaterra el negocio era particularmente deprimente bajo el mando de la Thatcher.

En el microuniverso del cómic, se le llamó el principio de la Edad Oscura, después de que las anteriores fueron las Edades de Oro, de Plata y Moderna... en todas las grandes compañías decidieron que era el momento de reinventarse y adaptarse a los tiempos modernos, o desaparecer.

Y una de esas propuestas es la que nos ocupa... la palabra que usaron fue "deconstrucción"... en una serie de doce números, la idea era llegar a la esencia del superhéroe, de dónde venían y a dónde iban. Fue un éxito como no ha habido otro. También fue lo mejor y lo peor que le pudo pasar a la industria del cómic. Pero seguimos después con menos hambre...

Eso es.