Tuesday, October 17, 2006

En la mazmorra...

...los días en el restirador dan para pensar mucho en la muerte y los impuestos...

Mmm... ¿Canadá? De hecho, hace algunos años, en la época en que recién salía de la agencia número 4 y estaba a punto de entrar a la fábrica de transición antes de la agencia número 5, inicié el trámite para ir de agregado cultural a Canadá por el puro gusto (bueno, con la excusa de aprender el idioma en el lugar de origen)... también me aparecí en las conferencias en que te decían que Quebec te necesita y te ruega que vayas a trabajar... pero bueno, esta última opción fue descartada porque realmente no se necesitan más moneros en Quebec, y la primera, porque realmente he visto demasiadas veces Misery y Flores en el ático como para creer que una familia te va a recibir con los brazos abiertos sin dobles intenciones. El Grinch desconfía.

Y no me gusta el frío.

En fin, he estado pensando en historias. Aparentemente hay que inventar algo para proponer, y he estado jugueteando con ideas. Es malo contar las historias cuando están en proceso, uno se vicia de tanto repetirlas y pierde el impulso por escribirlas.

Pero puedo contar las que ya se gastaron. Esta iba a ser una propuesta para serie y novela gráfica y un montón de cosas más, se llama Jinetes de la Histeria. El nombre fue por la canción de Def Leppard, pero jugando con los trastornos emocionales, se me ocurrió que habría un planeta llamado Histeria, y que estaría rodeado por varios anillos artificiales llamados Paranoia, Esquizofrenia, Demencia, etc... todos habitados por criaturas en consonancia con la denominación... pues bien, en ese planeta varias décadas antes había tenido lugar la última misión de un grupo de aventureros llamados (adivinen, ya lo dije)... ya no me acuerdo bien de los nombres, pero tenía un gigantón llamado Stegu de una especie de anfibios que había sido esclavizado como minero de asteroides (porque esos anfibios también podían vivir en el vacío, por supuesto), y una chamaca entrenada para ser asesina que tenía su arma letal sujeta con una cadena al brazo izquierdo. Cada que se escabechaba a alguien, la cadena aumentaba un eslabón... en fin, creo que eran siete en total... y la historia empezaba el día en que el último de ellos regresaba a Histeria y averiguaba qué era lo que había pasado en aquélla última misión... y se daba cuenta de que el universo estaba a punto de irse al demonio si no hacía algo al respecto...

...probablemente fue mejor que la dejara marinar en paz... afortunadamente las ideas están a centavo la docena.

En fin, seguimos pensando. Hoy es día de impuestos.

Eso es.

1 Comments:

Blogger aurangelica said...

MMmm si... Canadá es lindo... lástima de clima, es demasiado extremoso, en verano te rostizas y en invierno te congelas... que tal? La verdad mis respetos para quienes deciden irse a Canadá a vivir, no es nada fácil.

En fin... lo importante es salir adelante y hacer lo que a uno le gusta!

Saludos! :*

11:06 AM  

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