Historias de SD: la mejor compañía...

...y por supuesto, ahora va a decir que Dios forma parte del compló por mandar la granizada...

Se siente raro, tener una noche libre. Al menos con el efecto psicológico de no tener entregas urgentes y sin información para seguir los pendientes, así que por ahora no hay más que ver tv y dormir temprano. O lo que en mí pasa por temprano, rara vez puedo caer antes de la una y media. Eso es una herencia de los tiempos de la universidad de cuyo nombre no quiero acordarme, pero eso es otra historia. Inventaré algo hoy.

Esa es otra vista del Convention Center, la que da al puerto donde todos los remedos de Popeye viven en sus barcos... y en primer plano tenemos a la mejor novia del mundo mundial en atuendo sandieguero.

Que hizo toda la diferencia en este viaje...

No sólo es lo más bello que puedo ver cada día, también es la mejor compañía. Yo juraba que iba a salir corriendo al momento de ver a todas las criaturas y fenómenos, y después resultaba que ya no le aguantaba el paso. Es la mejor mitad de mi equipo, y en todo momento estuvo ayudando a un servidor a hacer fila, conseguir revisiones y agua y otros elementos de supervivencia... y juntos conquistamos el sistema de transporte y el sistema de shopping y los errores de aerolínea y la aduana, y ahí estuvo en cada paso del Comic Book Challenge, y en las inesperadas sesiones de Marvel y DC, y me permitió caer en la banca mientras hacía su ronda en Macy's, y toleró mis desplantes con Mignola y Frank Cho, y compró una cámara digital para documentar toda la aventura, y, vaya...

...me pregunto cómo iba por la vida antes de ella.

Eso es.