Historias de SD: Comic Book Challenge

Hoy llueve y estoy atorado entre trabajos, y me parte el corazón ver la gente que sigue escuchando las idioteces de ya-saben-quién como si fueran declaraciones firmadas por Jesús. Es obvio que lo que la criatura y sus parásitos dicen en televisión, radio y prensa nacional, y lo que sus seguidores escuchan, vienen de universos paralelos extremadamente diferentes.

En fin.

Pero hace una semana... ¿tanto tiempo ya?, 8:00 AM tiempo de San Diego, estábamos en la explanada afuera de la NBC, llamada Horton Square en honor al fundador de la ciudad. Por alguna oscura razón, habíamos quedado entre los cincuenta finalistas para el llamado Comic Book Challenge, una convocatoria hecha por internet de la propia NBC y una editorial llamada Platinum Studios (de la que nunca hemos visto publicación alguna, pero bueno), en la que pedían ideas originales para cómic que pudieran volverse cine, TV o similares. Ok.

Así que estábamos entre otros cincuenta (que al final fueron poco más de treinta) creadores en potencia esperando a que empezara la ronda de presentaciones ante los jueces... la idea era que tendríamos dos minutos para explicar la idea, otros tres para preguntas de los jueces, podríamos llevar cualquier ayuda visual que se nos ocurriera, y la bendición para esperar a que a las 8 PM nombraran a los tres finalistas... en fin, a las 8:20 o así, el representante de Platinum nos informó que se estaba terminando de montar el escenario, que pasáramos con la identificación y la forma de TV para que nos informaran el orden asignado al azar en el que íbamos a pasar con los jueces (y de paso recogiéramos la camiseta y el diploma :P), y que a las 9:00 iba a empezar el show. Y que el café y agua eran gratis.

Ok, dado que a las 10:30 había que estar en el Centro de Convenciones, asumiendo que queríamos pasar a incordiar más potenciales empleadores, alzamos la mirada al cielo implorando un buen lugar, al menos entre los primeros diez, o ya siquiera entre la primera mitad, para desocuparnos rápido.

Así que pasamos a registrarnos.

Y nos dieron el número 1.

En fin, después del ataque de risa histérica, no hubo más que esperar hasta el momento de ir a hacer el ridículo ante toda esa gente importante del espectáculo (en la foto, un servidor de espaldas haciendo el ridículo ante toda esa gente importante del espectáculo... por decir algo, el de camiseta roja es Marc Silvestri, para los entendidos, creador de Witchblade y Darkness, y para los no entendidos, uno de los veinte o menos que se han hecho millonarios con la moneada... la dama a su derecha, de cuyo nombre no puedo acordarme, es la productora de Aliens y Armageddon, o algo así...). En fin, no esperaba nada más que estar ahí, y por lo menos pude explicar el asunto sin desmayarme. Y vaya que fue divertido. Una de esas cosas que uno no se explica cómo llegaron a ocurrir, pero ocurrieron.

Claro que fuimos desplazados por la historia de las Lesbianas Piratas del Espacio Exterior, pero eso es parte del negocio.

Sigue...

Eso es.