Tuesday, April 04, 2006

Necesito sindicato...

Caramba, cómo me encantaría que hubiera un sindicato de trabajadores del mono que defendiera nuestros derechos... sobre todo el de cobrar los cambios cuando ya se pasaron de lanza...

Los editores son una especie curiosa... se requiere un cierto grado de telepatía para comprenderlos, y su opinión siempre es final y definitiva y la mejor para el proyecto. Excepto cuando cambian de opinión. Lo que es la regla de la excepción. Y siempre ganan bastante más que el monero en cuestión... y hoy me dijeron una de esas que faltaban en mi colección: que deje lo que estoy haciendo y vuelva a lo que sé hacer... bueno...

Hoy fue uno de esos días que eliminan cualquier rastro de ociosidad... y me dí cuenta de que ya tengo bastantes cuentas acumuladas. Que me deben a mí, por una vez... necesito un buitre corporativo para cobranza. O un quebrantahuesos.

Estoy empezando a leer Los Primeros Hombres en la Luna, de H.G. Wells... bastante cómico, con ese humor raro inglés de hace un siglo... parece que se va a poner mejor. Y en la biblioteca portátil estoy releyendo uno de mis favoritos, The Stars my Destination, de Alfred Bester... que es algo así como la historia del Conde de Montecristo en el siglo XXIV. Bester es uno de esos autores que se adelantaron medio siglo a su tiempo. Apenas produjo media docena de novelas, pero cada una es una joya. Esta es una de esas que cada tantos años tratan de llevar al cine (un rato con Bruce Willis en el protagónico)... la anécdota central es de lo más sencilla: Gulliver Foley es un astronauta mediocre y sin aspiraciones, el único sobreviviente de un desastre que lo dejó varado por medio año en los despojos de su nave. Y cuando todo parece perdido, logra hacerle señales a una nave que lo pasa de largo. Y en ese momento decide que va a sobrevivir, y va a volver a la Tierra, y a hacer lo que sea necesario para vengarse de la nave que lo dejó ahí. Y claro, están esos pequeños condimentos para la historia: la teletransportación como una habilidad común para todos. La millonaria albina que sólo ve en infrarrojo. Las megacorporaciones que gobiernan todo. Los implantes biónicos para dar habilidades sobrehumanas. Y tal vez no suene como gran cosa, pero esto fue escrito en 1950 y no ha envejecido un día.

Ya me fuí de la lengua, y de temas pasados de moda.

Eso es.

1 Comments:

Blogger aurangelica said...

Bueno... tranquilo, poco a poco las cosas salen. Ojalá te paguen pronto. Y ojalá yo pudiera ser tu buitre corporativo, aunque realmente de esas cosas no sé nada.
:D
Y también te puedo ayudar con tus cosas.

Saludos.

8:45 AM  

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