A tope (Post # 200)...

Chamacas y chamacos, es bonito tener algo qué hacer y no estar teniendo malos pensamientos, como decía mi padrino de generación en la prepa (claro que él también decía que si los electrones que viajan por la instalación eléctrica fueran a la velocidad de la luz, no alcanzarían a detenerse en el contacto y se tirarían por el suelo)...

...pero siempre llegan todos al mismo tiempo.

En fin, uno se acostumbra.

Lagunas mentales esta semana... se me olvidaron completamente un par de compromisos... y estuve de lo más atento en el servicio al cliente, llevando cd's a domicilio en sábado... por lo demás, estamos acabando de integrar la declaración anual a Lolita (lo que me recuerda que tenemos un saldo a favor de hace dos años que burocráticamente no pueden depositarnos... pero no nos tardemos un día en el pago mensual...)

Y esta semana el Grinch cavilaba:

-Sí, hubo incomodidad en algunos con el remate de la Holy del viernes. ¿Y la verdad? En opinión de este humilde servidor, no debe haber tema intocable si se trata con algún propósito. Aunque sea sólo porque no se olvide algo... en aquéllos días del periódico, le dieron un buen espacio al que escribió quejándose de mi falta de sensibilidad al hacer chistes de Calcuta, y lo primero que pensé fue que si tan preocupado estaba por un tema en el que seguro no había pensado en su vida, dedicara esa energía en mandar un donativo a Greenpeace o la Unicef y dejara de estar profanando cadáveres de árbol... seguro, podría estarme midiendo pensando en a quién no hay que ofender, pero, ¿dónde está la línea? ¿Y quién es decide qué es demasiado fuerte para quién? ¿Y a quién le hace bien la censura? A mí me da náuseas el reggetón (o como se escriba), creo que algo tan estúpido hace mucho más daño que algo que haga pensar un par de minutos, y no por eso hago campaña para que lo eliminen del cuadrante... cada quien. Busquen en Google o en la Wikipedia el nombre del Dr. David Wertham y su libro Seduction of the Innocent, y después hablamos... ¿Y qué no llegamos a la misma disyuntiva siempre, de todas formas?

- No soy quién para dar consejos de moda, pero este es de sentido común: a menos que quieran dar un mensaje de orgullo y arcoiris, mis pequeños pitufitos, no salgan vestidos de vaqueros. Menos si van en pares.

- Aún sigo queriendo días de 50 horas.

- Uno eventualmente vuelve a la rutina... pero qué divertido es tener una semana rara de vez en cuando.

- Las faldas este verano serán de 20 centímetros, mis pequeñas. Serán riesgosas y despiadadas. Hagan un sincero exámen de conciencia antes de someterse a una.

- El símil que se me ocurre para la campaña del Peje es promocionar dulces de arsénico. Seguro, ya muchos murieron por tragárselos, pero ahora aseguran que será diferente. Y aparentemente no hay nada más apetitoso que un dulce de arsénico.

- Sacar un dvd de King Kong sin extras, es casi como si decidieran sacarlo sin gorila...

- Mandé un par de asuntos postales a San Diego esta semana... y al correo ya sólo le falta la bola de matorral arrastrada por el viento. Me pesa ver cuando las cosas sucumben y desaparecen. No quisiera volver a la era antes del internet, pero aún así me pesa. Ya no hay respeto por el pasado.

- Mi petición al universo esta semana es que por un inesperado salto evolutivo, de pronto las focas canadienses se vuelvan antropófagas. Gracias.

Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Polla perdida en acción, a la Negra krautfílica, a la Más Exótica de las Hijas, al Yorch y similares, al célebre hermano comiquero, al Darling, a la Marcela, a Laura y Gabriel, al Robin Book, a Chopan, y a toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.

Y a la mejor novia del mundo mundial. Amo a esa mujer.

Próxima semana: el concierto de Aranjuez en Do minadora.

RECOMENDACIONES:

-Nada que ver aquí, sigan su camino.

-Pero, en dado caso de que a alguien le falte su ejemplar de La Vuelta a Verne, el próximo sábado 1 de abril a las 20:00 horas va a haber una presentación del mismo en el Paseo Chapultepec, en el camellón entre La Paz y López Cotilla, enfrente de la Librería del Fondo de Cultura Económica. Un montón de moneros y escritores, y por supuesto un servidor en la grata compañía de la Onlyguana. No me fallen sobrinos.

Eso es.