En lunes ni las gallinas...

Hoy mientras esperaba a mi contadora favorita para entregarle el último paquete de documentos requeridos para la declaracíón anual, tuvimos oportunidad de experimentar la demostración del negocio de instalación de audio automotriz de al lado... doblemente interesante por el hecho de que el edificio Mulbar, donde se apostenta todo lo anterior (que aparentemente fue un ícono de la ciudad en su tiempo y hoy está punto menos que desierto) tiene la estructura muy frágil, así que 120 decibeles bastan y sobran para hacerlo retumbar...

Y llegué a la conclusión de que hay cosas que escapan a cualquier intento mío por comprenderlas... ¿qué sentido tiene gastar de quince a veinte mil en un sistema de bocinas que van a volarte los dientes en cuanto las enciendas? ¿Alguien me explica?

Estoy fascinado por el artículo que leí hoy sobre la guerra sucia que el retrasado mental proclama que tiene el PAN en su contra... y cómo por su definición, una guerra sucia se basa en información falsa, y todo, absolutamente todo lo que se ha dicho del idiota es cierto... que le cale que no tenga qué responder es otra cosa... en otro programa ví a un analista político que dice que, honestamente, el imbécil está tan ido que ni siquiera es capaz de darse cuenta de sus mentiras, que se las cree perfectamente y no distingue la diferencia con la realidad. Y eso explicaría muchas cosas...

Caramba... tantos rayos desperdiciados y que no pueda caerle uno...

En fin... seguimos trabajando cuál es debido e indebido.

Y eso de arriba, que como siempre no estoy seguro de su definición, está a color en el Deviantart.

Eso es.