De vuelta a la realidad...

Chamacas y chamacos, hay un relato perdido de HG Wells que se llama El Nuevo Acelerador; es sobre una fórmula que produce súpervelocidad, y aquéllos que la toman ven el mundo como una sucesión de estatuas...

...pues es poco más o menos como todo se vió estos últimos días, la ciudad estuvo muerta...

Y afortunadamente los escolapios aún estarán en la congeladora otra semana. Ya lo saben, no es que odie a los niños. Es sólo que no me puedo comer uno completo.

En fin. Es entretenido tener un suministro constante de labor remunerada (lo sería mucho más si todos estuvieran tan urgidos para pagar como para recibir el trabajo). Pero sigo necesitando vitaminas. Y ginseng y ginko-biloba y taurina y la cosa de caracol que borra las arrugas. Tranquilos, como me ven se verán...

Sí, ya entendí, este año la moda son los pantalones brincacharcos. Otra vez.

Estoy tratando de reingenierear el espacio de trabajo... el restirador está sepultado entre trabajos en proceso y libros y trabajos terminados y cacahuates y dos dulces de tamarindo que no recuerdo cuándo llegaron ahí... necesito un estante nuevo. O un librero. O por lo menos una mesa. O un gran, gran, gran, bote de basura.

En mis tiempos de escuela, medía el tiempo por eras geológicas... una vez al semestre traía la pala para levantar los restos de materiales y hojas y similares, y al examinar los sedimentos podía saber qué había hecho en qué semana. Caramba, mi vida hubiera sido mucho más fácil con una computadora en aquéllos días, pero estamos hablando de los días en que el mouse era un invento reciente, y una cosa de 640 k en disco duro costaba un año de salario.

(Bueno, al menos un año de mi primer salario).

Esta debe ser neuralgia por el período vacacional...

Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Prieta descorazonada, a la Polla desaparecida, a la Más Exótica de las Hijas, al buen Buttkick, al Yorch y parecidos, al heróico Cuaas, a HK, a Cataclísmica, Lenore, Aquiles, y toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.

Y la mejor novia del mundo mundial.

Próxima semana, platelmintos en almíbar.

RECOMENDACIONES:

-MADAGASCAR 2:

(Que subtitularon Vida Salvaje, o algo así)

Mmm...
Saben, la animación no es un género. Es una técnica para hacer cine.

(¿Todos recibieron con gusto el rayo de iluminación? Continuemos...)

¿A qué viene eso a colación? Simplemente, porque si la animación es una técnica para hacer cine, entonces puede usarse para contar historias cómicas, dramáticas, oscuras, aleccionadoras, o de cualquier otro tipo. Tal y como el cine. El hecho de que sea considerada como primordialmente para niños, no evita que (en el mejor de los casos) las películas animadas puedan medirse a cualquier otro tipo de película.

Y como cualquier otro tipo de película, una animación puede tener gran producción y pésimo guión, en cuyo caso va a ser olvidada muy pronto...

Como en el caso que nos atañe.

Ni siquiera voy a empezar el debate de si fue primero Madagascar o esta cosa... la primera es una película simple pero coherente con una gran estética, que no revolucionó al mundo pero aguanta su propio peso y quedó como una propuesta adecuadamente divertida. El caso actual es impresionante en cualquier aspecto técnico (más que fotorrealista en muchos momentos, con excelente animación y sonido), pero se desmorona con una historia sin el menor rumbo, chistes de poco a nada graciosos y un montón de personajes que están por el simple hecho de que podían salir en la foto.

Esto sufre de la misma enfermedad que Dinosaurio, también de Disney... el mensaje es confuso, la película es lenta, y los visuales dejan de importar después de poco tiempo. La técnica está a la altura de cualquier cosa que Píxar haya hecho, pero el toque mágico que hace que todo lo que lleva el sello Píxar se convierta en oro no tiene nada que ver con la técnica, sino con el alma que ponen en cada personaje y el armado perfecto de sus historias... eso es algo que la hermana competencia de Disney no logra captar, y que ojalá capte antes de más bodrios por el estilo.

Una animación es como cualquier otra película... cuesta demasiado hacerla. Valdría la pena hacerla bien.

Eso es.