Demasiada información...

Hoy iniciamos el ritual anual del viaje a San Diego (el octavo consecutivo, si no hay imprevistos o revueltas migratorias)... hay algo así como cien días y centavos para lo que falta por hacer, pero por principio estamos reservando hotel y avión. Claro, podría ahorrar dos aviones viajando a través de Tijuana, pero he visto demasiados capítulos de The Shield como para animarme a pasar por ahí. Oh, sí.

Y más tarde tenemos una junta de moneros para alguno de esos grandes proyectos que cambian al mundo. O no, pero son entretenidos.

¿Alguien más está hasta las amígdalas de la historia del asesino de Monterrey? Caramba, un par de complicaciones en el guión y va a estar ahí con Hannibal Lecter y Charles Mason... y no la sueltan, y no la van a soltar. Hasta que aparezca otra historia más jugosa. Vaya.

En mis tiempos de fan beisbolero, Dwight Gooden era una pesadilla... bueno, yo era de los Dodgers en aquellos días, y Gooden era de los Mets, así que era un adversario. Y caramba, parecía invencible. Hacia once ponches por partido sin cansarse... diecinueve en un buen día. Estaba en el Juego de Estrellas como en su casa. Con todo y el odio, era un fenómeno. Y hoy lo condenaron a un año de prisión por violar su libertad condicional volviendo a las drogas. Esos detalles me deprimen. Barry Bonds está a punto de romper el récord de Hank Aaron de más cuadrangulares en la historia, y si lo hace va a ser bajo sospecha de doping. El beisbol es un deporte hermoso y merece algo mejor que eso.

Ese bicho de arriba está a color en el Deviantart, después del Hellboy de hace un par de días, que también está a color. Algún día pagarán las cuentas.

Eso es.