Quitando telarañas...

Chamacas y chamacos, a veces es simplemente cuestión de ponerse las pilas...

El fin de año pinta para ser bueno, o por lo menos maniáticamente ocupado (no hay puente navideño, de todas formas)... y empezaremos con la historia de siempre... se juntan los clientes, Lolita se alebresta con falsa impresión, y se lleva la mitad del botín... felices fiestas. Pero bueno, alguien tiene que mantener a los pejelagartos y demás parásitos, si no tendrian que trabajar, y nadie quiere eso...

Situaciones bizarras que el Grinch no hubiera imaginado:

- De alguna forma, nadie (nosotros no, al menos) nos hubiera visualizado actuando aterrados enfrente de una pantalla verde vestidos de aviador peruano surrealista con lentes de soldador, a distancia de ladrido de una dálmata llamada Kafka y hablando de Julio Verne a 30 grados a la sombra (con reflectores).

Lo triste es que eso no es inventado...

- Pero aparentemente habrá libro para presentar en la Fil... aunque sea el último día...

- Nos encontramos entregando el paquete fiscal del mes en medio de un laberinto de media tonelada de peróxido en cajas y tintes varios.

Tampoco es inventado.

- Tratamos espantosamente a los ofertantes de tarjetas de crédito. Eso, además de no ser inventado, es muy terapeútico como terapia para liberar la ira.



Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Prieta solicitada, a la Polla desaparecida, a la Chaparra fría, a la Más Exótica de las Hijas, al buen Buttkick, al Lalo y el Yorch, al heróico Cuaas, a Mica, Paty, Gil, Chopan y la pequeña HK, y a toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.

Y a la mejor novia del mundo mundial, ahora mejor que nunca...


Próxima semana, la diferencia entre el jerez y el Amontillado.


RECOMENDACIONES:

- MAR DE SUEÑOS:

(A que se la creyeron...)
No, ya en serio.


- ¿Y TÚ QUÉ %·*%# SABES? (WHATTHEBLEEPWEKNOW)

(Tal vez no son los signos exactos, pero por ahí va la idea)...

Seguro ya les he hablado de Cosmos antes.

Ya han pasado unos veinte años, y la serie televisiva de Carl Sagan sigue siendo una leyenda y el punto de referencia para cualquier programa científico que se precie de serlo. Seguro su ritmo ya no es adecuado para estos días y algo de su contenido ya caducó... pero su cualidad mágica sigue intacta hasta la fecha...

¿Los estoy perdiendo? Es difícil explicarlo para los que nunca hayan visto un capítulo. Cosmos era sobre el universo, la evolución, la inteligencia, la vida extraterrestre, los grandes descubrimientos y las grandes aventuras. Pasando por la biblioteca de Alejandría y las teorías de Einstein. Su magia estaba en que Carl Sagan explicaba todo en términos perfectamente comprensibles, pero no sólo eso: hacía que uno se sintiera involucrado, afectado y conmovido. No hablaba de temas abstractos; hablaba de algo que era parte de tí, te decía que pertenecías a algo más grande que tú y te explicaba cómo era posible. Te decía un poco de dónde venías y a dónde podrías llegar. Te explicaba que eras lo más importante y único e irrepetible aunque fueras únicamente una mota de polvo en un planeta insignificante de los suburbios de una galaxia cualquiera en el recoveco más oscuro del universo...

Te hacía sentir un poco de maravilla, y tal vez querer ser un poco mejor...

Que es lo que las películas deberían ser, si están bien hechas.

Esta del título raro, está extraordinariamente bien hecha.


No puedo meterme en detalles de producción... no tengo idea de dónde vino esta obra, no reconocí nombres de directores o guionistas o lo que fuera (sólo a la actriz que salió de sordomuda en Esposas Desesperadas, y a la casa de efectos especiales), y jamás la hubiera visto de no haber sido la única opción en cartelera que tenía el beneficio de la duda.

La propuesta debió sonar como un desatre total: "vamos a entrevistar a una docena de físicos cuánticos, biólogos y teólogos, y vamos a pedirles que nos expliquen el universo, mientras seguimos a una fotógrafa divorciada adicta a las píldoras en su viaje de autodescubrimiento". No la venderías ni incluyendo odaliscas gratis. Pero por algún motivo, alguien creyó en ella, y logró hacerla y sacarla al mundo. Y vaya...

Es imposible definir este engendro sin verlo. Empieza como cualquier documental sin chiste y como una serie de conceptos esotéricos sin sentido. Pero comienza a avanzar, y de pronto algunas cosas suenan lógicas. Y pensamos en posibilidades. Y en universos paralelos. Y de pronto la plática del niño basquetbolista gurú tiene sentido cuando nos explica la física cuántica. Y de ahí en adelante todo cae por su peso.

No sé si es propaganda de algún fugitivo de la Nueva Era, si los supuestos científicos son quienes dicen que son, o si fué una tesis retorcida de algún universitario. Pero hay algo mágico aquí, la cualidad intangible que tenía Cosmos y que muy rara vez se consigue: toma esos grandes conceptos del universo, y el tiempo, y las emociones, y la mecánica de la adicción, y las posibilidades, y los átomos, y los trae a nuestra altura. Y de repente, hay momentos de revelación. Esos momentos en los que dices: "¿en serio? ¿entonces eso es lo que pasa? ¿entonces por eso es tan fácil seguir deprimido? ¿entonces yo podría cambiar todo a como quisiera?".

Momentos en los que piensas: "¿Y si fuera cierto?".

Esta es una de las películas más humanas, inteligentes y simplemente fascinantes que haya visto. Se puede tomar como una lección, o propaganda, o desvaríos mentales, o simplemente como una serie de ideas locas e imágenes divertidas. Pero tiene un efecto innegable: hace pensar. Y hace pensar en direcciones insospechadas, sobre por qué estamos aquí, a dónde vamos, por qué es tan difícil llegar y por qué no nos lo hacemos más fácil. Nos hace ver que todo es posible. Que la mente es algo extraordinario y que todo lo que nos rodea es un milagro continuo que casi nunca nos detenemos a ver. Que estamos aquí para ser más, para inundar el mundo con ideas, para transformar las cosas y para crear el día como lo queramos. Que se puede dar un paso, y después otro, y otro más en una dirección insospechada, y terminar mucho más allá de lo que hubiéramos imaginado.

Que tal vez podemos cambiarlo todo.

Tal vez estos sean sólo alucines que suenan bonitos en película.

Tal vez en realidad la mente no pueda mover al universo, y no podamos elegir entre las infinitas posibilidades, y no tengamos la fuerza para superar las adicciones y los límites y la tiranía de todo lo que nos rodea. Tal vez no podamos mirar al día y decir: voy a crearte como quiero que seas, y en algún momento voy a tener una prueba innegable de que hice algo extraordinario que sólo pudo venir de mí. Tal vez la física cuántica sea algo demasiado esotérico para tener efecto en nuestra vida.

Pero tal vez todo sea cierto.

Tal vez valga la pena pensarlo un rato.

Eso es.