Algo raro...
Vaya, tardó más de dos años, pero por fin Lolita se puso guapa y nos hizo el reembolso de impuestos largamente esperado... y eso sí que no me lo esperaba.
Aprovechando la momentánea ociosidad (que termina mañana), reordenamos los mágicos artículos que se habían sedimentado a nuestro alrededor en los últimos tres o cuatro meses... es fascinante, como explorar las eras geológicas descubriendo minerales desconocidos y especies en evolución...
Debo limpiar cada dos meses, por lo menos...
Mmm... soy pésimo para el día de Muertos, realmente. No he ido a visitar la tumba del abuelo desde su funeral en el 90... ahora que pienso, no he ido a un funeral ni velorio desde entonces. Tal vez es lo mejor, seguro acabaría diciendo alguna de mis acostumbradas frases... pero hay gente que recordar, asi que recordemos.
Eso de arriba era un sueño incumplido que no sabía que tenía, hasta hoy...
Me fascinan los robots.
Sí, se lo imaginaban. Pero, en serio. Me fascinan. Creo que desde los tres años o antes en que ví a C-3PO, o al robot de Perdidos en el Espacio, o a Robotina, o hasta al estúpido perro de Galáctica... creo que siempre he estado esperando a que por fin lleguen los sirvientes mecánicos, o aquéllos maravillosos androides que nos prometieron que serían indistinguibles de nosotros y que iban a explorar el espacio...
La realidad es frustrante, desde luego... pero a veces, no lo es.
Recuerdo la primera vez que ví a ASIMO de Honda (¿1998? ¿1999?), el primer robot auténticamente bípedo y capaz de caminar por sí solo y subir y bajar escaleras... hubiera jurado que era truco, pero resultó auténtico. Y ya hay muchos androides más avanzados que empiezan a adentrarse en el terreno de maravilla que eventualmente llevará a que Arnold Schwarzenegger regrese del futuro a matar a Linda Hamilton. Pero el ASIMO fue el primero en lograr lo que se creía imposible, literalmente dar un paso hacia un futuro superior.
Fue amor a primera vista, hijos míos. Caramba, me fascinan los robots.
Desde hace un año y centavos he estado moneando algunas escenas de cultura vial para Honda para periódicos y carteles... y hoy, me entregaron un juego de postales que estuvieron repartiendo en alguna convención automotriz del DF, o algo así, y, caramba, en una de ellas la escena está al otro lado del ASIMO...
Esto no me hace un centavo más rico (bueno, más que el pago nominal por la ilustrancia), pero vaya que era algo que no me esperaba... por una vez, planté la firma junto a mi robot favorito. Uno de esos accidentes felices de los que hablan en los cuentos.
Eso es.
Aprovechando la momentánea ociosidad (que termina mañana), reordenamos los mágicos artículos que se habían sedimentado a nuestro alrededor en los últimos tres o cuatro meses... es fascinante, como explorar las eras geológicas descubriendo minerales desconocidos y especies en evolución...
Debo limpiar cada dos meses, por lo menos...
Mmm... soy pésimo para el día de Muertos, realmente. No he ido a visitar la tumba del abuelo desde su funeral en el 90... ahora que pienso, no he ido a un funeral ni velorio desde entonces. Tal vez es lo mejor, seguro acabaría diciendo alguna de mis acostumbradas frases... pero hay gente que recordar, asi que recordemos.
Eso de arriba era un sueño incumplido que no sabía que tenía, hasta hoy...
Me fascinan los robots.
Sí, se lo imaginaban. Pero, en serio. Me fascinan. Creo que desde los tres años o antes en que ví a C-3PO, o al robot de Perdidos en el Espacio, o a Robotina, o hasta al estúpido perro de Galáctica... creo que siempre he estado esperando a que por fin lleguen los sirvientes mecánicos, o aquéllos maravillosos androides que nos prometieron que serían indistinguibles de nosotros y que iban a explorar el espacio...
La realidad es frustrante, desde luego... pero a veces, no lo es.
Recuerdo la primera vez que ví a ASIMO de Honda (¿1998? ¿1999?), el primer robot auténticamente bípedo y capaz de caminar por sí solo y subir y bajar escaleras... hubiera jurado que era truco, pero resultó auténtico. Y ya hay muchos androides más avanzados que empiezan a adentrarse en el terreno de maravilla que eventualmente llevará a que Arnold Schwarzenegger regrese del futuro a matar a Linda Hamilton. Pero el ASIMO fue el primero en lograr lo que se creía imposible, literalmente dar un paso hacia un futuro superior.
Fue amor a primera vista, hijos míos. Caramba, me fascinan los robots.
Desde hace un año y centavos he estado moneando algunas escenas de cultura vial para Honda para periódicos y carteles... y hoy, me entregaron un juego de postales que estuvieron repartiendo en alguna convención automotriz del DF, o algo así, y, caramba, en una de ellas la escena está al otro lado del ASIMO...
Esto no me hace un centavo más rico (bueno, más que el pago nominal por la ilustrancia), pero vaya que era algo que no me esperaba... por una vez, planté la firma junto a mi robot favorito. Uno de esos accidentes felices de los que hablan en los cuentos.
Eso es.
3 Comments:
Cuando era pequeña creí que al llegar al año dos mil, estaríamos viviendo en el espacio y tendríamos robots y androides y que viviríamos como los supersónicos.
Ja, ja, ja.
Pero creo que la tecnología ha avanzado rápidamente. Hace poco supe de un robot en Japón que bailaba.
Qué les tocará ver a nuestros hijos?
y más aún a nuestros nietos?
:*
yo voto para que la prima Holocáustica regrese al ocio
yo también creía que en el 2000 estaríamos navegando por el espacio...pero bueno,...estamos navegando por internet jeje
Nuestros hijos y nietos....a saber...quizás se conformen con los escenarios en 3D para Play...Quien sabe?
Lo de Asimo y tus ilustraciones...es cómo si tuvieras una foto con un famoso...¿no? Qué curioso.
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