Una del Bazar...

¿Por qué estoy a la una y media de la mañana escaneando cosas que se entregan el domingo? El DOMINGO. ¿Y por qué esto me parece cada vez más normal? Paquetería urgente que mandar el lunes, y no tengo el contenido del paquete...

En fin... aparentemente el blog favorito de todos los niños ya aparece en la búsqueda de Google (me pregunto cómo lo hacen, yo no hice nada)... tuvimos linda mención en la crónica del Ocio, estuvimos negreándonos medio día, y bueno, certificamos que la redacción del Ocio tiene diez ejemplares del minicómic, con la petición unilateral de ponerlos a disposición del respetable... si no ocurre la anterior, la gerencia del blog no se hace responsable.

No hay manera sutil de preguntar esto, es información no confirmada, y el avistamiento pudo ser fruto de una confusión (y el testigo no fuí yo), así que, como sea: ¿es cierto que una de ustedes tiene una Holy tatuada?

Tengo varios links de amigos que quiero agregar, espero tener un respiro durante el fin... escuchen a sus padres, estudien, para que no acaben así...

Casi nunca pongo cómics aquí, ¿verdad? Debería, se supone que en eso trabajo. Esto es una de las tercias que llevé este año a San Diego con fé, esperanza y poca caridad, en espera de algún empleador generoso... si regresan un par de semanas en el blog, encontrarán por ahí un garabato de Laura D`León, la dueña del Bazar; bueno, esta fue una minipráctica de estilo, yo tratando de ser un artista serio y respetable. Aún no está del todo correcto, pero no me molesta tanto como la bazofia que hice el año pasado... quiero hacer muchas cosas con esta serie. Algún día.

En fin, esa es Laura, y el de los cuernos es Mozart, el sátiro de 3000 años que viene a ser su asistente personal, mano derecha y acosador sexual en nómina.

Por si a alguien le interesa la lógica de las páginas (están al revés, para empezar, 3-2-1, aún no entiendo cómo ponerlas en orden): Mi primera regla es que se pueda leer fácil... si el lector tiene que preguntarse qué está pasando, tenemos problemas. Mi segunda regla es por economía: el color es un lujo si va impreso, así que todo debe entenderse a blanco y negro. Me gustan los cuadros ordenados y sin complicaciones, y los espacios libres (los dibujos atascados me repelen como el sushi)... trato de dejar al menos un cuadro abierto por página (es un truco visual para darle variedad, y que el lector tenga un descanso... es subliminal, inconsciente, pues, pero créanme, funciona)... cuando se rompen las reglas, debe ser por una buena razón, como en la página 1, la viñeta redonda, debería entenderse que es el punto de vista a través de la mirilla de la puerta...

El negro es para reforzar cosas o dirigir la mirada... la cabellera negra siempre va a resaltar sobre el fondo blanco, así las expresiones de Laura se leen más fácilmente, están enmarcadas... si repitiera estas páginas, omitiría muchas de las sombras en las piernas y espalda, creo que están de más. Pero bueno, así se aprende.

Aún estoy bastante contento con la manera como fluye la historia, creo que tiene planteamiento, ritmo y desenlace... detesto la cara de Laura con la secadora de pelo, pero fue lo mejor que pude lograr después de diez intentos. Tampoco estoy satisfecho con la chamarra de cuero. En la primera página intenté que Laura fuera buena actriz y que nos llevara con sus expresiones. Creo que el primer cuadro abierto da un establecimiento agradable del lugar. Por lo demás, me gusta la superposición del espejo en la tercera página... lástima que no tuve tiempo de detallar bien, pero algún día usaré de nuevo la idea.

En fin, el Grinch al servicio de la educación... ciertamente no mi mejor trabajo, me pongo un ocho, pero espero que a algún artista en ciernes le haya interesado la dizque explicación...

Eso es.