Anestesiado lunes...

Incluso cuando tengo saldo a favor en los impuestos, tengo que hacer el viaje hasta el banco so pena de escarnio público y tortura. Pero claro, tengo que ser del 10% que pagamos los impuestos del resto, faltaba más. La mañana fue acelerada para relajarse después (no es saludable comer a las cuatro todos los días), y ahora necesitamos inspiración y rápido para otra cuestión que se entrega en un par de días.

Lo que nos lleva a la pregunta que todo mundo hace y que todos los interrogados con ella odian: ¿de dónde salen las ideas? Me gusta la respuesta de Warren Ellis: uno lee, ve, escucha y aprende todo lo posible, y lo deja fermentar en el cerebro como composta mental (mantengan esa imagen un momento), y en el momento menos esperado, algo pasa. Dos cables sueltos se conectan, un átomo se sobrecalienta, o algo, y aparece una idea, o similar. Quisiera poder decir algo así de inteligente, pero la verdad en mi caso va más por lo que dice Harlan Ellison: la clave está en malinterpretar todo. A veces alguien dice que tiene bolsas bajo los ojos y automáticamente nos imaginamos que tiene cierres y cosméticos en ellas...o vemos a alguien lanzarse en el superpéndulo y lo vemos como bola de demolición... en fin, me gustaría poder controlar esto. Hay veces que salen veinte ideas sin esfuerzo, y otras en que una sola está dando vueltas por meses hasta que la damos por perdida.

Debieron verme el primer mes de publicación de Holy... yo estaba ATERRADO pensando que en cualquier momento se me iban a terminar las idioteces qué contar, y que tendría que recurrir a pastelazos... y realmente las primeras veinte están bastante irregulares (siguen estando irregulares, pero creo que ya acertamos por lo menos la mitad de las veces. Espero)... y por fin me llegó un momento en que me dí cuenta de que no tenía tiempo de preocuparme porque estaba demasiado ocupado inventando la siguiente... esto, hijos míos, es Pulp Fiction (según la definición de Ellis), es escribir lo mejor posible con el tiempo limitado y con entregas fijas (como en los antiguos pulps)... me encantaría poder clavarme en los dibujos, o hacer alucines experimentales, o desarrollar la personalidad de todas las hermanas, pero el hecho es que la proverbial idea a veces llega el viernes en la madrugada con entrega el viernes a media tarde, y no queda más que estirarla y adornarla para que parezca algo coherente.

Claro, las musas ayudan... yo tengo una excelente.

Alguna vez me preguntaron por qué mis protagonistas siempre son mujeres. Bueno, porque son más divertidas de dibujar. También porque son más inteligentes que nosotros (oh, sí, excepto cuando eligen no serlo) Pero, sobre todo, porque una mujer SIEMPRE tiene una historia que contar. Más sobre esto en otra ocasión.

Eso es.