La vida como película de Indiana Jones

¿A poco no suena apantallante?

Las vacaciones tendrán que esperar, al menos hasta el próximo período presidencial, si todo sigue como hasta ahora... el que inventó el concepto de bomberazo debió patentarlo y pedir regalías, cuando los tenemos, los tenemos. No es queja, claro. En mis tiempos de esclavo de la única agencia con pase automático al infierno, el bomberazo significaba quedarse hasta las cuatro de la mañana en la bodega, y terminar durmiendo en la cabina de grabación (que eso sí, es el lugar más pacífico del mundo). Ahora, bueno, por lo menos estamos a veinte pasos del colchón cuando terminamos la urgencia.

No que lo recomiende... Siempre quise ser mi propio jefe, y ahora descubro que mi jefe es un negrero... por lo pronto, hay por lo menos tres entregas para antes del próximo jueves (y TENGO que hacer alguna especie de letrero para la mesa de la Comictlán), y el domingo pierde su significado original.

Esta cosa de hoy es el ejemplo de por qué mi paso por diseño industrial fue pésimo... siempre me cayeron mal los dibujos automotrices bonitos y relucientes. A la menor oportunidad les metía detalles de más, o golpes y manchas de óxido. Bueno, nada se ve como recién salido de la fábrica a menos que esté recién salido de la fábrica, y eso dura una hora... no puedo ser estilizado y elegante, lo he intentado y se siente falso. Me gustan las cosas que te cuentan una historia al verlas. Esto no es un vehículo, es un personaje.

Pero bueno, era diseño o contabilidad...

Eso es.