Por rutas extrañas...

...mmm, esto de la cirugía vial en la Calzada ya está pareciendo autopsia...

Estos días han estado lentos... o tal vez el lento es uno. Y la estadística dice que en un mes ya estamos entre los pasillos del Centro de Convenciones. Tal vez sería buen momento de empezar el portafolio. Caramba.

En mi mundo ideal, pasaría un día de la semana haciendo una página de Lisa, otro con una de Laura, otra con la novela gráfica para el Heavy, etc, etc... bueno, algún día... retocar lápices por lo pronto.

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CRÓNICAS DE LA AVENTURA EUROPEA:

Todo lo mejor de Florencia tiene más de quinientos años.

Italia destaca en Europa como lunar en albino. Ok, tiene el mejor clima y el mejor helado (me dicen), pero, caramba, qué gente... no seremos de primer mundo, pero al menos los de este lado del charco acostumbramos el baño y no solemos utilizar las calles como WC... porque, caramba, todas las callejuelas de allá huelen a mente del Peje.

Y todos te echan el coche encima, así sin miramientos, creo que les dan puntos por turista eliminado.

Pero bueno, estábamos...

Hace quinientos años, Florencia era el centro del mundo... ya saben, el Renacimiento, las superestrellas, la cultura, el arte y los inventos... y por lo menos todo el centro se sigue viendo como entonces (claro, con quioscos de recuerditos, incuyendo esos espantosos Pinochos en cada esquina, y letreros de Prada entre los arcos del edificio centenario). Las maravillas ahí ya son parte del paisaje, como en todas partes, y aparentemente los locales les tienen mucho menos respeto que, digamos, los parisinos a su Torre. Pero bueno, ahí siguen, el Duomo, y el baptisterio y los palacios. Cada tres edificios tienen el escudo de los Médici grabado en piedra (los Médici eran los dueños de Florencia durante el Renacimiento... el escudo tiene cinco naranjas, que se supone fueron la razón por la que Leonardo puso dicha fruta en la Última cena, para hacerles la barba). Hay mucho ruido del siglo presente, pero, bueno, sí es una buena rebanada del pasado.

Y eso de arriba era un ritual simpático el domingo por la mañana... aparentemente era su procesión renacentista con música y caracterizaciones. La flor de lis es el símbolo de Florencia, se ve por todas partes.

Seguimos...

Eso es.