Martes y siguiendo el consejo de la abuela...

...mmm... realmente M. Night Shyamalan (suponiendo que se escriba así) sufre de lo que llamo el síndrome de Cindy Lauper.

(Igual podría ser de Natalie Imbruglia... pero a Cindy sí la ví en vivo y fue mi platónica toda la primaria y secundaria)

A saber: cuando salió el primer disco de la Lauper, todo mundo se volvió loco: cinco sencillos en las listas, ventas por millones, sus videos inaugurando MTV a todo vapor, por un rato se llevaba a Madonna de calle, un fenómeno. Cuando salió el segundo disco, True Colors fue un exitazo y el resto fue primordialmente olvidable, pero aún así seguía con paso firme. El tercer disco tuvo dos o tres temas con más o menos éxito, pero iba en franca picada respecto a los otros. El cuarto disco había que masticarlo y era bastante difícil de digerir. Creo que hubo algún otro después. En fin, el caso es que la mujer empezó en la cima, y de ahí sólo podía ir hacia abajo.

Y con Night: Sexto sentido, todos sabemos la revolución que fue, todo mundo hablando del nuevo Hitchcock y las nominaciones al Óscar, y las oleadas de fanáticos de la noche a la mañana. Unbreakable, tuvo mucho menos empuje, principalmente porque el mensaje no estaba tan claro (bueno, a mí me gustó). Señales, repuntó un poco y es su segunda película más exitosa, con críticas y todo. La Aldea, fue éxito marginal. La Dama del Agua, bastante difícil de tragar. Y ahora el Fin de los Tiempos... mmm, bueno, repunta un poco, pero sigue sin cumplir la promesa de su opera prima.

El hombre sería un fabuloso director y escritor de una cuarta encarnación de Dimensión Desconocida... el problema es que trata de estirar ideas que llenarían una maravillosa hora de televisión para llenar una hora promedio de cine.

Pero eso sí, desquita el boleto.

Eso de arriba es el Duomo de Florencia, la catedral más alta de su tipo en el mundo, si no me equivoco...

Eso es.