No escucho mis pensamientos...

...estos chamacos del Siapa están trabajando a diez metros de la ventana con un aparato que suena a todas las maestras de primaria de nuestros recuerdos con el gis en el pizarrón´, y que hace que esto vibre como fábrica de amigos de baterías.

Éso de arriba es la casa Batilò... dragonesca porque cuenta la historia de San Jorge, o San Jordi, como le dicen en Barcelona... aquí también hay uno en la rambla Cataluña, y se distingue por ser el santo que más tiempo permaneció sentado.

No escucho mis pensamientos...

Eso es.