Siete horas...

...mmm, he descubierto que mi límite fisiológico para monear es aproximadamente de siete horas al día (hablando de tiempo efectivo de estar moviendo el lápiz, sin contar interrupciones)... después de eso, aunque queden tres o cuatro horas en la jornada laboral, el cerebro se desconecta y ya sólo tengo ánimos de ver al Dr. House. OK, supongo que es mecanismo de defensa, para no llegar a aquéllos extremos de Phormas, taller de creatividad, en donde teníamos que hacer pausa a las tres de la mañana para meter la mano en agua caliente después de todo el día de estar animando.

(Uno de los errores más comunes de las agencias que van empezando es suponer que el cliente siempre tiene la razón... he aquí un secreto: el cliente NUNCA tiene la razón... si la tuviera, no tendría necesidad de contratar a alguien para hacer cosas que no sabe hacer. Así que si el cliente llega y dice que quiera 600 monitos animados dibujados con línea punteada... hay que darle buenas razones para hacerlo con menos monitos o con línea continua. O de lo contrario terminas con animadores hambreados y con la mano hervida a las tres de la mañana).

(Esa historia fue verídica, por cierto).

Últimamente he encontrado otro criterio para descartar a las agencias de reciente creación: si se ponen nombre en inglés, no hay suficiente espacio en sus oficinas para su ego y además células grises.

También tiendo a deskartar a la gente ke se siente kool por k karece de la kapacidad mental de distinguir letras komo la "c" y la "q" y eskribe todo kon k. No sólo se ve desagradable e ilegible... también raya en lo idiota. O sea, si cualquier palabra se ve ordinaria escrita como debe ser, seguro cambiándole una letra ya se puede usar como imagen corporativa y nos va a hacer ver rebeldes y audaces.

En fin... al rato me tomaré un rato para pensar en mis cosas favoritas...

Seguimos trabajando...

Eso es.