Una para pasar el rato...
...ya saben cómo funciona esto, una primera frase imposible y a ver a dónde llegamos:
SEIS GELATINAS Y EUROPA
La tercera gelatina cuajó en el instante en que Europa desapareció.
No Europa la que fue bautizada en honor a la ninfa secuestrada y se las arregló para coleccionar cincuenta guerras por siglo... Europa la que fue bautizada en honor al continente bautizado en honor a la ninfa secuestrada, y que hasta un microsegundo antes de cuajar la tercera gelatina se encontraba girando alrededor de una gigantesca bola de gas en forma de sexto planeta del sistema solar... que adecuadamente había sido bautizada como el secuestrador de la ninfa.
La gelatina había sido preparada con una variedad de melocotón que solo crecía en Tungunska, Siberia, en donde exactamente cien años antes algo del tamaño de un cometa y la potencia de una bomba nuclear había caído del cielo dejando el único bosque desprovisto de duendes en todo el planeta... si el ingrediente tenía algo que ver con la desaparición de Europa nunca pudo comprobarse.
El melocotón tenía la cualidad de doblar el espacio-tiempo cuando se preparaba con la receta tradicional siberiana. Dicha propiedad sólo había sido aprovechada una vez, por alguien que desapareció sin anotar la receta.
La desaparición de Europa no fue descubierta por doce horas después... aproximadamente el tiempo que tardó en cuajar la cuarta gelatina, la que llevaba en la receta adn de los restos de Roswell y un par de cabellos del Yeti. Durante esas doce horas la humanidad estaba demasiado ocupada con la repentina carambola entre Ceres y Marte, que estaba alterando ligeramente el balance del sistema solar. Ligeramente como al romper el triángulo en el primer tiro de la partida. En esas situaciones, con Mercurio siendo precipitado al Sol y Venus siendo destrozado por el tirón gravitacional, Europa no era de mayor importancia. Tal vez lo hubiera sido Titán, cuyos habitantes en ese momento estaban fusionando el deuterio de sus océanos para dirigir su planetoide a un sistema más tranquilo, pero la humanidad tampoco prestó atención a Titán. Cuando este último desapareció, veinticuatro horas después, ya no quedaban muchos astrónomos que registraran el hecho.
Veinticuatro horas después, la quinta gelatina seguía sin cuajar. Probablemente debido a la grenetina combinada con agua de Xanadú.
Esas fueron horas bastante movidas, tomando en cuenta que el 90% de la raza humana había involucionado a masas de protoplasma. Lo que por un lado, había eliminado gran parte de las rencillas religiosas y diferencias de raza, aunque por el otro, dificultaba considerablemente la preparación de la sexta gelatina, la que debía cuajar en el Grial. El protoplasma no se distingue por sus habilidades en la cocina.
Europa reapareció una semana después de que el Sol había terminado su ciclo de supernova (lo cuál no hubiera ocurrido de no ser por la segunda gelatina, que había aparecido en su núcleo con una fibra de vellocino)... para entonces ya se había vuelto un agujero negro, así que la reaparición de Europa fue fugaz, por decirlo generosamente.
La primera gelatina nunca cuajó.
Eso es.
SEIS GELATINAS Y EUROPA
La tercera gelatina cuajó en el instante en que Europa desapareció.
No Europa la que fue bautizada en honor a la ninfa secuestrada y se las arregló para coleccionar cincuenta guerras por siglo... Europa la que fue bautizada en honor al continente bautizado en honor a la ninfa secuestrada, y que hasta un microsegundo antes de cuajar la tercera gelatina se encontraba girando alrededor de una gigantesca bola de gas en forma de sexto planeta del sistema solar... que adecuadamente había sido bautizada como el secuestrador de la ninfa.
La gelatina había sido preparada con una variedad de melocotón que solo crecía en Tungunska, Siberia, en donde exactamente cien años antes algo del tamaño de un cometa y la potencia de una bomba nuclear había caído del cielo dejando el único bosque desprovisto de duendes en todo el planeta... si el ingrediente tenía algo que ver con la desaparición de Europa nunca pudo comprobarse.
El melocotón tenía la cualidad de doblar el espacio-tiempo cuando se preparaba con la receta tradicional siberiana. Dicha propiedad sólo había sido aprovechada una vez, por alguien que desapareció sin anotar la receta.
La desaparición de Europa no fue descubierta por doce horas después... aproximadamente el tiempo que tardó en cuajar la cuarta gelatina, la que llevaba en la receta adn de los restos de Roswell y un par de cabellos del Yeti. Durante esas doce horas la humanidad estaba demasiado ocupada con la repentina carambola entre Ceres y Marte, que estaba alterando ligeramente el balance del sistema solar. Ligeramente como al romper el triángulo en el primer tiro de la partida. En esas situaciones, con Mercurio siendo precipitado al Sol y Venus siendo destrozado por el tirón gravitacional, Europa no era de mayor importancia. Tal vez lo hubiera sido Titán, cuyos habitantes en ese momento estaban fusionando el deuterio de sus océanos para dirigir su planetoide a un sistema más tranquilo, pero la humanidad tampoco prestó atención a Titán. Cuando este último desapareció, veinticuatro horas después, ya no quedaban muchos astrónomos que registraran el hecho.
Veinticuatro horas después, la quinta gelatina seguía sin cuajar. Probablemente debido a la grenetina combinada con agua de Xanadú.
Esas fueron horas bastante movidas, tomando en cuenta que el 90% de la raza humana había involucionado a masas de protoplasma. Lo que por un lado, había eliminado gran parte de las rencillas religiosas y diferencias de raza, aunque por el otro, dificultaba considerablemente la preparación de la sexta gelatina, la que debía cuajar en el Grial. El protoplasma no se distingue por sus habilidades en la cocina.
Europa reapareció una semana después de que el Sol había terminado su ciclo de supernova (lo cuál no hubiera ocurrido de no ser por la segunda gelatina, que había aparecido en su núcleo con una fibra de vellocino)... para entonces ya se había vuelto un agujero negro, así que la reaparición de Europa fue fugaz, por decirlo generosamente.
La primera gelatina nunca cuajó.
Eso es.
1 Comments:
Caray... cuantas cosas se te ocurren! Me gustó el nombre de Tungunska, me gustaría ir algún día.
;)
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