El regreso de la gelatina que devoraba cerebros...

Chamacas y chamacos, por lo menos volvió aquélla sensación universitaria que recordaba tan bien, de estar nadando en gelatina mientras hay veinte cosas malabareando y la psique no está dispuesta a cooperar...

...bueno, pensándolo bien, las leyes de la física tampoco están dispuestas a cooperar... ¿es demasiado pedir que la rotación de la Tierra disminuya a la mitad, o algo así, para tener días de 48 horas?

Eso sí, de repente tengo más trabajo del que podría pedir... pero no hay tiempo de celebrar... en fin, es parte del negocio.

¿Es legalmente permisible que un partido (ya saben cuál) diga que a partir de hoy su proyecto consiste en derrocar lo antes posible al presidente? ¿Y que no le van a creer que diga que ha recibido amenazas si no informa los nombres de los amenazantes?

Mundo surrealista...

Apenas la semana pasada me asombraba de la moda de falda o short sobre mallas ochenteras y una semana (¡una semana!) después, llega la moda de vestidos sesenteros aptos para disimular embarazos... ahora estoy suponiendo que cada prenda tiene un reloj integrado con cuenta regresiva que indica cuántos segundos le quedan para permanecer a la moda.

Tengo una especie de maldición que me impide encontrar a Memo del Toro... probablemente el guión de mi vida sea escrito por el autor del Fugitivo, y jamás puedo atrapar al tipo porque se acabaría la serie...


Malcom colecciona agujetas...


Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Prieta Viajera, a la Polla cumpleañera, al buen Buttkick, al heróico Cuaas, a la más Exótica de las Hijas, a la contadora favorita, al Profe, el César, a Minervita, Jack y la familia Maybrick, Rabbitto, el Juan, y toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.


Y a la mejor novia del mundo mundial.


Próxima semana, los efectos del reggetón sobre el cadáver de Mozart.


RECOMENDACIONES:

300:

(Que por lo menos tiene la traducción más fiel posible en cualquier idioma)

Frank Miller es una de esas criaturas que de pronto se ha vuelto un nombre medianamente conocido de la noche a la mañana.

De la noche a la mañana después de estar haciendo cómics más de 30 años.

Algunos podrían relacionarlo con Sin City, que fue una de las experiencias más inusitadas en el cine del año pasado (excepto para los que ya teníamos años desgastando las novelas gráficas por leerlas una y otra vez, y que sólo vimos a Hollywood con su tecnología de punta finalmente haciéndole justicia a lo que el Miller logra con una botella de tinta y algo de cerebro)... algunos menos afortunados lo relacionarán con Robocop 2 y 3, pero nadie es perfecto... el hecho es que el hombre desde el principio se ha distinguido por llevar su visión muy particular al medio impreso: dura, directa, sin consideraciones, y casi siempre magistral.

(Aunque no ha hecho una buena página en cinco años... pero eso es otra historia).

300 es la versión de Miller (ahora en pixeles gracias a Zack Snyder) de uno de los momentos claves de la historia, la batalla de las Termópilas, en la que los espartanos resistieron a las hordas persas para dar tiempo al resto de Grecia de organizar la resistencia... y como todas las grandes historias, es más grande que la vida. Difícilmente tiene precisión histórica, pero vaya que toca todas las notas correctas al crear un mundo despiadado y cruel, en el que el honor, el valor y la razón son lo único que pueden hacer frente a la barbarie y la traición... en el que puedes tener 300 descendientes de Hércules diezmando con coreografía perfecta a una cantidad infinita de oponentes... en el que todo es a la vez frágil y a la vez hecho para la eternidad... y en el que al final, jamás rendirse es lo único que trae alguna recompensa.

La técnica es impecable (nuevamente, reproduciendo con una precisión que asusta casi cada página de la obra de Miller), las actuaciones tienen intensidad de tragedia griega, las secuencias son grandiosas... se van a decir bastantes cosas de esta película, desde que se hizo para apoyar la invasión a Irak hasta que es una apología del fascismo o algo peor... pero a fin de cuentas, es como todas las grandes historias: cada quién va a tomar lo que le parezca, porque va a tener bastante significado para todos.

Así son las historias más grandes que la vida.

Toda la magia de Hollywood... para estar al nivel de lo que Miller hace con una botella de tinta y algo de cerebro.

Eso es.