Un día con Murphy...

Claro, por pura ley de probabilidades:

- es evidente que si podemos ir toda la semana a cualquier hora al edificio en cuestión, vamos exactamente el día y la hora en la que están dando mantenimiento al elevador.

- es de esperarse que el mono con el que necesitábamos arreglar asuntos fiscales andaba precisamente hoy de viaje.

- es obvio que la llamada que llevábamos un par de semanas esperando entra justo cuando estamos ocupando el teléfono.

- es perfectamente comprensible que todos los clientes por los que estuvimos trabajando desesperadamente el fin de semana y la semana anterior, de repente nos dejan en suspenso al unísono...

- es inevitable que llueva en diciembre.

- y para rematar la Onlyguana recibió un rayón deliberado en el cofre del vehículo particular.

En fin, así hay días...

He decidido que necesito una máquina nueva antes de fin de año, una Pentium 4 con todas esas cosas maravillosas que les ponen, quemador de dvd y tarjeta de video y monitor de tamaño decente, y una de esas hermosas tabletas Wacom de tamaño familiar... eso, mis pequeños pitufitos, es como uno le saca la vuelta a Hacienda. Tomen nota.

Lo que me recuerda que esta es semana de entregar paquete fiscal...

Gracias por todos los comentarios, por cierto...

Esta semana estamos leyendo a Edgar Allan Poe... recuerdo que algunas de sus historias me aterraron cuando las descubrí en mis dos semanas de varicela a los ocho años... ahora, no tienen tanto efecto. El único, único autor que realmente me asusta es Robert Bloch (el de Psicosis), pero eso es otra historia...

Espero que todo fluya más fácilmente ahora...

Eso es.