Lennon...

Hay grandes seres humanos que tienen muertes grandes y nobles... y hay grandes seres humanos que tienen muertes estúpidas y sin sentido.

Algunos llenan un poco más el mundo mientras están en él. Y lo dejan mucho más vacío cuando ya no están.

Me dicen que yo comuniqué en casa la noticia de la muerte de John Lennon hace 25 años, que la ví por televisión y no hablé de otra cosa en todo el día... y no me explico por qué, ni siquiera creo que tuviera idea de quién era entonces, ni porqué un día como cualquier otro un imbécil decidió que la única forma de sentirse mejor consigo mismo era darle a un gran ser humano una muerte estúpida.

Seguro que Lennon estaba loco, y seguro que su vida era un desastre... pero también es seguro que pensaba en el mundo un poco más que la mayoría, y que puso incómodo a más de uno al hablar de paz y de igualdad y de cosas impensables. Tal vez era la conciencia de una generación, o tal vez fue nada más un rockero con demasiada publicidad. Pero dejó huella y dejó grandes ideas para que el mundo jugara con ellas, y dejó (o al menos a mí) la duda de qué más hubiera podido hacer si le hubieran dado la oportunidad. Tal vez hubiera muerto de sobredosis, o se hubiera convertido en una caricatura de sí mismo, o hubiera seguido siendo el líder que odiaba la guerra y la hipocresía, y que tenía el potencial de llevar a muchos otros a hacer algo al respecto.

Hoy se cumplen 25 años de la muerte del soñador. El que dijo que él y sus amigos eran más populares que Jesús, y que se atrevió a cantarle en Navidad al final de la guerra de Vietnam. El que dejó todo por la mujer de su vida, y que creía que valía la pena probar la paz, aunque fuera alguna vez. El que jamás calló hasta que lo hicieron callar, y que en algún lugar debe estar viendo cómo el mundo está cada vez más lejos de lo que él esperaba.

Pero jamás será olvidado. Aunque sea porque creó la mejor canción de la historia. La que nos dice que está bien imaginar que no hay hambre ni codicia, que no hay fronteras ni creencias que dividan al mundo, y que si suficientes lo imaginan, tal vez puedan hacer algo.

La que nos dice que está bien imaginar un mundo sin problemas.

Eso es.