Viernes y curiosamente no llueve...

... y así termina otra semana sin urgencias (No es que me esté quejando, claro, todas las demás del año han estado a tope, mejor tener tiempo de ponerse al corriente con los proyectos pendientes). Mejor no invoco a los urgidos.

Entonces, se supone que a partir de hoy ya no debería haber gente fumando en lugares públicos. En teoría. Recuerdo a mi cuate Marcos el de Cortazar (que cuando lo conocí traía un arnés terapéutico que parecía ropa interior del proyecto Apolo, y que sufrió salmonelosis justo la semana de entregas finales debido a una maligna empanada de la UAG... pero esas son otras historias), que prefería estar afuera en la lluvia con cigarro cuando venía a trabajar a la casa, que dentro y sin el objeto en cuestión, porque habíamos quedado en que la familia estaba en contra del humo. Y he conocido peores. Pero bueno, hay gente para todo, y lo importante es que ahora cada quien puede cancerigearse en la comodidad de su casa.

Ahora que lo pienso, las desmadrugadas haciendo maquetas colectivas en diseño industrial tenían una atmósfera que se podía cortar con cuchara. Y eso con los cigarros legales, en los fines de semana había el otro grupo que se dedicaba a explorar las bondades de la herbolaria carbonizada.

En fin... necesito una semana de sueño...

Para los que hayan estado en agencia de publicidad, aquí está el recreo de la semana:
http://www.palabrastextuales.com/

Sean felices, es viernes.

Eso es.