Sunday, July 13, 2008

Entre realidades...

...Chamacas y chamacos, como en novela de Stephen King, Maggie Heygi me acosa.

No me explico de dónde demonios consiguen las direcciones (bueno, sí me explico, sólo hemos dado la nueva dirección al contratar la línea Telmex, así que evidentemente los empleados de bajo nivel de Carlos Slim necesitan complementar sus magros salarios vendiéndole el dato a Selecciones.

(O tal vez Selecciones ya es también del Slim).

En fin, Maggie me dice que si envío todo el paquete con la llave mágica y los veinte sellos del sorteo para el que ya he superado prácticamente a noventa millones de competidores, y resulto ganador, tiene una cita conmigo el próximo 21 de agosto en TV Azteca.

Mala suerte, Maggie, hace cinco años y soltero, chance...

Lluvias esporádicas y semana y media para hacer maletas. Bueno, no, más bien para abordar el último avión a precio moderadamente pagable que vamos a encontrar por generaciones.

Ok, cortamos aquí, ya se imaginarán por qué...

Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos, saludos a la Prieta sra. de Router, a la Polla tensa, al heróico Cuaas, al Buttkick que prefirió dejar que el boleto para la premiere de Hellboy 2 se perdiera antes que hablarme por teléfono a ver si se podía hacer algo al respecto (claro que no estoy ardido, ¿cómo pueden pensar eso?), al cuate Edel, al Polo, a la contadora favorita, y a toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.

Y a la mejor esposa del mundo mundial (Caramba, qué ESCÁNDALO hacen por una palabra, ya relájense...)

Próxima semana, dos copos de nieve iguales y viviendo en amasiato.


RECOMENDACIONES:


-HELLBOY 2:

En aquéllos días cuando los dinosaurios caminaban por la Tierra, David Copperfield era famoso por sus trucos de magia en TV y no por su esposa heteresexocamuflageante de veinte millones de dólares. Y sería la época ochentera en la que aún no nos habituábamos a los contaminantes en el ambiente, pero aquél truco de la Estatua de la Libertad me tuvo fascinado por semanas. Sabía que tenía que haber truco. Sabía que no era posible que esa cosa se hubiera esfumado en el aire. Y sin embargo, estaba impactado de que alguien pudiera hacer algo de ese tamaño.

Más aún... me preguntaba cómo uno podría aprender a hacer magia de ese tamaño.


A menos que hayan pasado la última década y media bajo una piedra, todos han visto crecer la carrera de Guillermo del Toro, desde aquéllos oscuros tiempos de Cronos, pasando por su rebote más o menos bianual entre su siguiente película comercial y su siguiente película de arte. Lo han visto repetir temas y afinar técnicas y estirar presupuestos y colarse hasta recorrer tres veces la alfombra del Óscar. Lo han visto apasionarse con sus criaturas y escenarios y metáforas políticas monstruosas. Sobre todo, lo han visto siempre trabajando.

Pero hasta ahora, nunca lo habían visto hacer algo absolutamente PERFECTO.

Ok, tal vez El Laberinto del Fauno ya era perfecta... pero esto es Hellboy.


En su momento, llamé a Hellboy I una de mis películas favoritas. Aún la tengo en gran estima, pero con las repeticiones es difícil no ver las malas desiciones que tomaron al hacerla, con demasiadas áreas muertas, algunos humanos innecesarios, música difícil de digerir y un final climático que de pronto se sentía frío... una gran obra digna de verse varias veces, llena de pasión por los personajes y (sobre todo con los extras del dvd), pero con espacio para crecer.

Cuatro años y un poco de práctica después... Hellboy regresa con otro estudio, otro enfoque y unos millones más de presupuesto que se ven en pantalla como si le hubieran quintuplicado la cartera... y el resultado es una aventura intensa y divertida, con un diseño visual que está al nivel, o supera a los mejores momentos del Señor de los Anillos (sin exagerar un gramo), una historia que toca todas las cuerdas correctas como en sinfonía, y sobre todo, algo tan hermoso de ver que duele en las córneas y el corazón y ése punto medio de la tráquea que las conecta y en donde se forman nudos.

Hermosa.

Es casi una grosería ponerse a detallar las genialidades de la película. Trasciende la palabra, de hecho. Esto es una ventana a una realidad alterna, en donde el demonio rojo favorito de todos aún está luchando con una madurez que no acaba de llegar, donde su princesa piroquinética se encuentra al límite de su paciencia y su amigo anfibio ya está cansado de filosofar... y donde cada escena es más impresionante que la anterior, cada criatura es noble y sincera y únicamente está haciendo lo necesario para sobrevivir en un mundo en el que ya no tiene un lugar... donde las hadas de los dientes son carnívoras y los mercados troll están a la vuelta de la esquina, y donde en algún momento todos tienen que decidir entre el amor o el mundo...

No hay un instante de desperdicio, desde la historia contada con marionetas del principio (que enorgullecería a Tim Burton), hasta la escena desgarradora del Elemental (que en cualquier otra película sería el clímax... aquí apenas es el calentamiento). Hay un millón de cosas nunca antes vistas a elegir: el Ángel de la Muerte, el guardián de piedra, el Ejército Dorado. Que en cualquier otra película hubiera sido suficiente para justificar su existencia. Únicamente Johann Krauss por sí sólo hubiera bastado para justificar una película. Pero, maravilla tras maravilla, nunca es suficiente, y siempre hay más.

Y lo realmente enorme es la presencia de los protagonistas, cada uno con su razón de ser y su espacio para crecer... cada uno superando la prueba de fuego del público (cuando te importa el personaje en pantalla... quieres que triunfe y sea feliz... cuando no, te es indiferente... acá todos importan y en extremo). Abe con su romance imposible. Johann con su humanidad olvidada. Liz con su secreto impactante. Hellboy con su decepción ante el mundo al que tanto anhelaba. Todos ellos más grandes que la vida, pero todos al nivel exacto para que podamos entenderlos y quererlos de compañeros de borrachera. Y hablando de borracheras...

...bueno, vamos a dejarlo en que contiene la mejor definición de personaje que haya visto en mis 30 y tantos años de cinéfilo, en una sola frase:

"Yo daría la vida por ella... pero ella quiere que también lave los platos".

Hellboy 2 es una bofetada en la cara de Hollywood (o un más bien un puñetazo de la Mano Derecha de la Destrucción) demostrándole que con pasión y talento se puede crear arte de otro nivel y ser tan comercial como cualquiera pudiera pedirlo. Sin estrellas (Más bien... sólo con gente increíblemente talentosa que no llena cines por su carita), luchando contra las espectativas, con técnicas tradicionales que logran resultados que harían patalear a George Lucas... sólo con un guión gigantesco, inteligente y ambicioso, con un enorme sentido del humor y la tragedia, un fondo musical que raya en la ópera, unos de los mejores personajes que haya creado imaginación alguna... esto es algo grande. Colosal. Dudo que se refleje en la taquilla, pero esta es (dándole el beneficio de la duda a Dark Knight) la mejor película de este verano, y de muchos veranos. Dudo que se refleje en los óscares, pero esta es una de las propuestas visuales más fascinante y atemporal de esta generación. Tal vez es la cúspide de todo lo que Willis O'Brien y Ray Harryhaussen iniciaron y que parecía que Tim Burton y Peter Jackson habían llevado al límite. Lástima de los críticos serios que no van a poder encontrar la belleza suprema en estas dos horas y de las multitudes anestesiadas que van a preferir ir en masa a ver Hancock.

Esta es una enorme rebanada de todo lo que es mejor en la magia del cine. Magia a una escala totalmente diferente, que va a resonar por generaciones mientras aún quede alguien que se pregunte cómo alguien puede hacer eso, y cómo puede hacerse magia de ese tamaño. Cualquier halago que se le pueda agregar a Guillermo del Toro ya es redundante. Peter Jackson no lo contrató para encauzarlo... lo hizo para quitárselo a la competencia.


Esto es exactamente para lo que se inventó el cine. La vieja fábrica oxidada aún tiene potencial de milagros.

Eso es.

4 Comments:

Blogger Salvador Eduardo Loy Romo said...

Dios del huerto....

Ahora tengo que correr a ver Hellboy y si yo pensaba ver Hancock XD , aunque eventualmente lo vere como todo...pero antes Hellboy a la carga muchachos!

4:34 PM  
Blogger J.P. Medina said...

Entonces Maggie tiene complejo de poligamia, porque yo, que soy un paranoico para dar las direcciones, tambien estoy siendo acosado.

Voy a cortar con ella, crei que lo nuestro era especial.

Por cierto, eso de Hellboy me tiene impresionado, nunca habia escuchado tan perfectas criticas en la mayoria de ambitos de comunicaciones.

Ahora muero por verla, pero primero: Wall-E.

Salud.

12:05 AM  
Blogger aurangelica said...

Caramba... sigo sin poder creer que hicieron perder un boleto para la premiere!!! Es que no me cabe en la cabeza... y más aún si sabía que llevas años buscando al Memo... no.. no lo puedo creer!

En fin...pero hay un Dios!!!!

7:59 AM  
Blogger Aisling said...

Qué bien, por fin hoy se nos hizo verla...

Y está muuuuuy padre. Igual de desequilibrado el ritmo que la primera, pero eso es lo que hace que la vea una y otra vez y no me canse.

Ahhhh... y qué Tim Burton ni qué ocho cuartos... El principio de la película contado en marionetas está sacado de una película danesa, muy bonita, por cierto, que se llama Strings.

¿Lo que más me gustó? El viaje a Irlanda, por supuesto.

9:33 PM  

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