Eppur si muove...

...realmente hay pocas cosas que me pongan de buenas tan instantáneamente como ver espectaculares anunciando Hellboy II. (Bueno, también me frustra instantáneamente por obvias razones, pero eso es aparte). Es bueno ver que ya respetan al Memo lo suficiente para respetar su fecha de estreno mundial. Lo que no es poca cosa, no lo hacen ni con Tarantino. Las críticas están por las nubes, veremos...

La teoría dice que en tres semanas a esta hora estamos ya del otro lado del Río Bravo.

Y, por supuesto, tropecé de nuevo y con la misma piedra:

http://www.comicbookchallenge.com/top_50.php

En fin, toda publicidad ayuda.

Seguimos trabajando, con cierta urgencia...


-CRÓNICAS DE LA AVENTURA EUROPEA:


Sta. María Novella (si recuerdo bien el nombre) es una onda entre iglesia y convento que está a unas cuadras del centro de Florencia (bueno, realmente todo lo que vale la pena está a menos de media hora caminando del centro de Florencia... de ahí en adelante empiezan las casas nuevas, que no tienen nada de extraordinario). Después de un rato uno se satura de ver cosas viejas y templos, diría la progenitora, pero bueno, esta es notable porque tiene gente famosa enterrada y homenajeada.

Las paredes tienen una marca como a tres metros de altura, que indica hasta dónde llegó el agua en alguna de las crecidas del río Arno.

Ahí están las tumbas de Miguel Ángel, Maquiavelo, Dante, y todo un quién-es-quién de los hijos favoritos de Italia, aparentemente. Hasta Marconi, en algún lugar. Lástima de los que tienen inscripciones en el suelo, después de cientos de años de turistas ya es imposible leerlas.

Pero esa de la foto, es la tumba de Galileo. De quién había exhibición de telescopios en el Museo de la Ciencia, pero nunca coincidimos en la hora. Me gusta la anécdota de Galileo frente a la Inquisición. Probablemente no es cierta, y seguramente ya la conté, pero ahí va: pusieron a Galileo frente al tribunal, de rodillas, y lo obligaron a renegar de la herejía de afirmar que la Tierra giraba alrededor del Sol, y no al revés. Galileo hizo lo que le decían, para evitar la condena. Pero al final, golpeó el suelo con el pie y dijo: eppur si muove! Esto es: ¡Y sin embargo se mueve!

Me gusta esa anécdota. Me gusta lo que dice sobre las convicciones y sobre cómo incluso a la estupidez hay que ponerle un hasta aquí de vez en cuando, sin importar el costo. Eventualmente.

Eso es.