Los impuestos y los impuestos y los impuestos y a veces la muerte...
... ok, el trabajo ya está subiendo nuevamente de alerta amarilla a naranja y mañana será roja... o sea que todo está bien con el mundo.
Y la puerta del frente de la casa de todos ustedes ya está barnizada y resanada... claro que el barniz deja ver lo resanado, pero bueno, así nos evitamos graffiteros, pensarán que ya está marcada.
Día de impuestos, y pronto de declaración anual.
Me dicen que hoy se cumplieron (ayer para ustedes) cincuenta años de la muerte de Pedro Infante... mmm, bueno, obviamente es ídolo obligado en casa, yo básicamente puedo repetir tres películas suyas: Escuela de Vagabundos, Dos Tipos de Cuidado, y Pablo y Carolina... esta última es la única película que me consta que le gustaba al abuelo (al que no le gustaba prácticamente ninguna... bueno, además de esta, creo que La Fiebre del Oro de Charles Chaplin)... realmente no soporto ninguna de las dramáticas de Pedro (alguna vez ví Tizoc y me dejó traumado dos semanas)... en fin, así son los ídolos. La progenitora se encarga de que escuche las mañanitas cantadas por el reverendo cuando son necesarias.
Detalles surrealistas de la vida:
Tengo una suerte curiosa para encontrar libros (y para casi nada más... aún me recuerdan la vez que llegué al Kentucky y me dijeron que ya no tenían pollo... pero esa es otra historia). No sé cómo los encuentro, pero es muy rara la ocasión en que entro a una librería o paso por un tianguis cultural, y no aparece algún ejemplar de esos cuyo título conozco desde hace años y que jamás había encontrado, y que está ahí, llamándome y a precio de oferta. Mejor aún si son libros viejos... tengo algunos de 30 o 40 años a precio de dólar e imposibles de conseguir (algunas mafufadas, como un libro autografiado de la colección personal del conductor de un programa de televisión gringo de los 70's, llamado the 25th Hour, o algo así)...
... en fin, para no hacer el cuento largo, el sábado, ante la mirada atónita de la Onlyguana, me agencié un quinteto editorial por cien pesos, prácticamente deshojándose al tomarlos: una antología con la historia original de 2001 (que dura como diez páginas... tal vez por eso la película se hizo interminable), dos ejemplares de A. E. Van Vogt (el que escribió la inspiración original de Alien, en 1939), Dune (que seguro es somnífero... pero siempre he querido entenderle a la película)...
Y Slaughterhouse-Five (Matadero Cinco) de Kurt Vonnegut... este último tipo tenía un humor negro que hace que el mío parezca blanco... antibélico, antihipocresía, antiestupidez, antitodo... la novela (que estoy a treinta páginas de terminar) es sobre un optometrista secuestrado por extraterrestres que puede viajar en el tiempo, pero siempre regresa al bombardeo de Dresde en la Segunda Guerra Mundial. Apenas un poco menos rara que la única otra novela que le había leído, Cat's Cradle (La cuna del gato, que por cierto me costó tres pesos, en una época en que el transporte público costaba como dos), donde el mundo se destruye porque alguien es tan idiota como para crear un cristal que al contacto con el agua convierte TODA el agua en hielo... en fin, lo llaman satírico, enfermizo, deprimente... pero definitivamente es un tipo que hizo ruido y le dolió a más de uno. Últimamente había hecho campaña contra Bush Jr y su política.
Y, lo que son las cosas sincrónicas, Kurt Vonnnegut murió hoy a los 84 años.
Eso es.
Y la puerta del frente de la casa de todos ustedes ya está barnizada y resanada... claro que el barniz deja ver lo resanado, pero bueno, así nos evitamos graffiteros, pensarán que ya está marcada.
Día de impuestos, y pronto de declaración anual.
Me dicen que hoy se cumplieron (ayer para ustedes) cincuenta años de la muerte de Pedro Infante... mmm, bueno, obviamente es ídolo obligado en casa, yo básicamente puedo repetir tres películas suyas: Escuela de Vagabundos, Dos Tipos de Cuidado, y Pablo y Carolina... esta última es la única película que me consta que le gustaba al abuelo (al que no le gustaba prácticamente ninguna... bueno, además de esta, creo que La Fiebre del Oro de Charles Chaplin)... realmente no soporto ninguna de las dramáticas de Pedro (alguna vez ví Tizoc y me dejó traumado dos semanas)... en fin, así son los ídolos. La progenitora se encarga de que escuche las mañanitas cantadas por el reverendo cuando son necesarias.
Detalles surrealistas de la vida:
Tengo una suerte curiosa para encontrar libros (y para casi nada más... aún me recuerdan la vez que llegué al Kentucky y me dijeron que ya no tenían pollo... pero esa es otra historia). No sé cómo los encuentro, pero es muy rara la ocasión en que entro a una librería o paso por un tianguis cultural, y no aparece algún ejemplar de esos cuyo título conozco desde hace años y que jamás había encontrado, y que está ahí, llamándome y a precio de oferta. Mejor aún si son libros viejos... tengo algunos de 30 o 40 años a precio de dólar e imposibles de conseguir (algunas mafufadas, como un libro autografiado de la colección personal del conductor de un programa de televisión gringo de los 70's, llamado the 25th Hour, o algo así)...
... en fin, para no hacer el cuento largo, el sábado, ante la mirada atónita de la Onlyguana, me agencié un quinteto editorial por cien pesos, prácticamente deshojándose al tomarlos: una antología con la historia original de 2001 (que dura como diez páginas... tal vez por eso la película se hizo interminable), dos ejemplares de A. E. Van Vogt (el que escribió la inspiración original de Alien, en 1939), Dune (que seguro es somnífero... pero siempre he querido entenderle a la película)...
Y Slaughterhouse-Five (Matadero Cinco) de Kurt Vonnegut... este último tipo tenía un humor negro que hace que el mío parezca blanco... antibélico, antihipocresía, antiestupidez, antitodo... la novela (que estoy a treinta páginas de terminar) es sobre un optometrista secuestrado por extraterrestres que puede viajar en el tiempo, pero siempre regresa al bombardeo de Dresde en la Segunda Guerra Mundial. Apenas un poco menos rara que la única otra novela que le había leído, Cat's Cradle (La cuna del gato, que por cierto me costó tres pesos, en una época en que el transporte público costaba como dos), donde el mundo se destruye porque alguien es tan idiota como para crear un cristal que al contacto con el agua convierte TODA el agua en hielo... en fin, lo llaman satírico, enfermizo, deprimente... pero definitivamente es un tipo que hizo ruido y le dolió a más de uno. Últimamente había hecho campaña contra Bush Jr y su política.
Y, lo que son las cosas sincrónicas, Kurt Vonnnegut murió hoy a los 84 años.
Eso es.
2 Comments:
Y como bien dices asombroso la forma en la que uno llega encontrar esos libros que demás gente quisiera llegar a conseguir... aunque al parecer no tengo tanta suerte en ello como quisiera jejeje, pero no me quejo =)
Saludos
Caray.. que cosas!
Espero disfrutes tus libros. Siempre es genial alguna lectura que te agrade ;)
Y yo tengo que ir en busca de un comic. ;)
Disfruta el jueves... casi es fin de semana! :D
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