Viernes, y qué pena...
... caramba, me avergüenza reconocer que en lugar de buscar información sobre la PRIMERA VELA SOLAR que está funcionando en órbita, o quejándome por la aberración de Anne Hathaway como Gatúbela, me dejé llevar por el morbo del Kalimbazo...
... ése morbo es adictivo, ¿no? Tiene un nombre en psicología, algo así de que a todo mundo le gusta ver caer a los reyes o algo similar. Como en lo de O.J. Simpson o lo de Michael Jackson o lo de Britney... en versión región 4 y con un argumento que no da ni para borrador de La Ley y el Orden (empezando porque Olivia y Eliott le hubieran sacado la verdad a los implicados antes del primer corte comercial). Pero ahí está uno.
¿La verdad? Puedo concebir perfectamente a una estrella de pop (o lo que sea que toque) dejándose llevar por la oferta de una groupie indefensa y alcoholizada. También puedo concebir perfectamente a una chamaca maliciosa que va con toda la intención de conseguir otra marca en la pantaleta de trofeos y de paso sacar una feria. El hecho es que si uno de los dos hubiera estado en sus cinco sentidos, el asunto no pasaba a mayores.
O, si me permiten una fábula corriente:
En un cálido día de primavera, una ranita iba brincando por el bosque. Feliz brincaba y brincaba la ranita.
Llegó a la vía del tren, y la ranita siguió brincando y brincando feliz para atravesarla.
Sin embargo, justo cuando iba a terminar de cruzar, el tren pasó cual bólido...
... y le mochó las nalgas.
La ranita, dolida, esperó a que el tren terminara de pasar, y se dió la vuelta, brincando y brincando, para recoger lo que el destino y el inforunio le habían quitado.
Y al momento de alcanzar otra vez la vía, otro tren pasó a toda velocidad...
... y le mochó la cabeza.
(Pausa dramática)
Moraleja: nunca pierdas la cabeza por las nalgas.
Gracias, gracias, gracias, estoy aquí toda la semana.
En fin... hay hipopótamos que dibujar.
Sean felices, es viernes.
Eso es.
... ése morbo es adictivo, ¿no? Tiene un nombre en psicología, algo así de que a todo mundo le gusta ver caer a los reyes o algo similar. Como en lo de O.J. Simpson o lo de Michael Jackson o lo de Britney... en versión región 4 y con un argumento que no da ni para borrador de La Ley y el Orden (empezando porque Olivia y Eliott le hubieran sacado la verdad a los implicados antes del primer corte comercial). Pero ahí está uno.
¿La verdad? Puedo concebir perfectamente a una estrella de pop (o lo que sea que toque) dejándose llevar por la oferta de una groupie indefensa y alcoholizada. También puedo concebir perfectamente a una chamaca maliciosa que va con toda la intención de conseguir otra marca en la pantaleta de trofeos y de paso sacar una feria. El hecho es que si uno de los dos hubiera estado en sus cinco sentidos, el asunto no pasaba a mayores.
O, si me permiten una fábula corriente:
En un cálido día de primavera, una ranita iba brincando por el bosque. Feliz brincaba y brincaba la ranita.
Llegó a la vía del tren, y la ranita siguió brincando y brincando feliz para atravesarla.
Sin embargo, justo cuando iba a terminar de cruzar, el tren pasó cual bólido...
... y le mochó las nalgas.
La ranita, dolida, esperó a que el tren terminara de pasar, y se dió la vuelta, brincando y brincando, para recoger lo que el destino y el inforunio le habían quitado.
Y al momento de alcanzar otra vez la vía, otro tren pasó a toda velocidad...
... y le mochó la cabeza.
(Pausa dramática)
Moraleja: nunca pierdas la cabeza por las nalgas.
Gracias, gracias, gracias, estoy aquí toda la semana.
En fin... hay hipopótamos que dibujar.
Sean felices, es viernes.
Eso es.
1 Comments:
XD Me encanta! Hace años que escuchaba esa fábula =3
Saludos y buenos deseos
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