10x5...

10 páginas para 5 días... bueno, uno es día feriado (y día de cine... Iron Man... me URGE volver al cine, creo que la última película que ví fue... ¿Juno?...)

Seguimos sin teléfono ni internet... nunca confíen en un técnico de Telmex que agenda la cita con cuatro días de anticipación y garantiza que va a llegar. Por lo demás, parece que pronto será ilegal según la constitución criticar a Ya-Saben-Quién en cualquier medio, creo que va a tener un artículo para él solo :P

En fin...

Porque Laura lo pidió:

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-CRÓNICAS DE LA AVENTURA EUROPEA:


Esa es Barcelona.

Bueno, me estoy adelantando... esa es Barcelona después de haber despertado en París de madrugada, haber tomado el metro con todo el equipaje hasta la estación del autobús de Ryan Air, allá por el ayuntamiento (la línea aérea que se anuncia como: Fly Cheaper), haber viajado como hora y media hasta el OTRO aeropuerto de París (creo que son tres), el que son dos cuartos y una tienda de souvenirs caros, y haber llegado al aeropuerto de Girona otra hora después, junto con la lluvia torrencial que nos cuentan que nosotros invocamos después de larga época de sequía. (El chiste del piloto al arrojarnos a los elementos fue gratis: welcome to Girona and enjoy the lovely wheater).

(Por cierto que los pubertos europeos se juntan y se van de fin de semana a otro país como los de aquí agarran y se van a Ajijic).

Caimos a Girona, donde nos esperaban Nuria y Felipe, los amigos nativos de BarÇa que nos dieron posada... caimos al Museo del Vino (tiene que haber calamares a la romana en algún lugar por aquí), después a la visita familiar y la reunión en Banjoles (Banjoles es un pueblo montañés con un lago que tiene su propia versión de Nessie... lástima que no salieron las fotos pero el ambiente sí está que ni mandado hacer para hacer película)... y ya de ahí enfilamos a Barcelona. Lo que fue suficiente para el primer día.

Lo primero que notarán ahí es la Sagrada Familia... lo segundo, bueno, el lugar de peregrinación para tantos y tantos fanáticos del arcoiris, supongo. Esa foto fue tomada desde el Tibidavo, el monte que marca el límite de la ciudad. Allá no hacía tanto frío.

Ese día caímos en coma...

Eso es.