Marcianas crónicas...

Lunes 10:00 am:

Me informan en junta de agencia (para la que tuve que despertarme una hora antes de la correcta y decente hora humana de las 8 y pasadas) que mi misión ilustrativa, si decido aceptarla, es para el viernes y necesitan una muestra antes de las cuatro de la tarde. La garganta se hace notar.

Martes 9:00 am:

Me informan por teléfono que la muestra del día anterior gustó con ciertas modificaciones, y que necesitan dos para antes de las cuatro para amarrar el trato. La garganta ya grita por ayuda.

Miércoles 11:00 am:

Me comunican que las muestras del día anterior serán revisadas en una junta y que seré notificado del avance del proyecto. Tos.

Miércoles 1:30 pm:

Me dan luz verde para seguir con el proyecto. Aparentemente ahora sí es de vida o muerte y tiene que estar terminado ayer si es posible, el viernes con exageración. Algo como estornudos esporádicos.

Miercoles 7:30 pm:

Me avisan que me detenga en el punto en el que esté, porque se acaba de cancelar el proyecto de última hora. El cerebro comienza a escaparse por la nariz.


Esta ciertamente no ha sido mi semana favorita...

Eso es.