Challenger...

¿Veinte años ya?

Caramba, el mundo se hace viejo... yo debí estar en tercero o cuarto de primaria cuando explotó el Challenger, y recuerdo que fue la noticia del día en el recreo, aún a esa edad...

Son las cosas que pesan.

El transbordador espacial es una de esas cosas que inevitablemente capturan mi imaginación... ¿o soy el único que siempre ha querido tener una nave espacial? Es una lástima que las cosas maravillosas se vuelvan rutinarias... en dólares y centavos, tal vez no haya sido el mejor negocio y se haya vuelto incosteable (a fin de cuentas, son millones de dólares por lanzamiento y nadie se ha preocupado por construir los cientos de fábricas orbitales y estaciones de tránsito hacia Marte y más allá, que es para lo que se supone que eran los transbordadores), y es una pena, porque son cosas como esta las que hacen que la humanidad merezca su lugar...

De acuerdo, dos transbordadores destruídos de cinco que se han hecho (seis, si cuentan el Enterprise, que nunca fue al espacio y fue bautizado por los fans de Star Trek) no es un buen porcentaje... pero estamos hablando de una pieza de equipo con más de un millón de piezas que deben estar en perfecto estado... y lo extraordinario es que tantas misiones hayan sido exitosas. Caramba, los motores del transbordador se derritirían si se hacen funcionar por más de dos minutos (Armageddón es un poco inexacta, por cierto). Tiene la aerodinámica de un ladrillo. Se puede hacer pedazos si pierde un sólo ladrillo aislante (caramba, basta con que se dañe un poco)... y con todo, en total han sido más de cien misiones (poniéndole en promedio unos nueve días por misión... tal vez alrededor de tres años en órbita)... y en estos días parece que hasta ese pequeño truco de vencer la gravedad y llegar allá arriba está perdiéndose...

Con todo, ES una máquina maravillosa. La antesala del universo. El carruaje hacia la más grande aventura. Como en toda aventura, ha causado pérdidas, y como en toda aventura, pierde su nombre cuando se hace repetitiva... es un maravilloso primer paso, de cualquier manera.

Espero que me alcance la vida para ver cuál es el siguiente paso... hay demasiado allá afuera para que estemos perdiendo el tiempo aquí...

Eso es.