Wednesday, July 29, 2009

Un minuto de silencio chimengüenchón antes de empezar...




... Beto el Boticario pasó a presentar sus momentos yavasquechutas a un mejor escenario. Sí, veterano, pasado de moda y tremendamente inocente, pero como lo dijo bien la progenitora, nos hizo reír mucho. QEPD.

¿En dónde estábamos?

Ok... ya con imágenes... ésa es la tierra prometida vista desde la vía del Trolley (el trenecito rojo con la ruta más impráctica que pueda haber... bueno, quizá sea práctica para la mentalidad de los locales). Desde hace unos cuántos años, la tradición es hacer una Preview Night el miércoles, es decir, se puede ver y comprar un par de horas en la noche, antes de la inauguración oficial el jueves. Éso era genial hace unos cuatro años, porque era exclusiva para profesionales registrados. No por ser sangrón, sino porque uno podía caminar y respirar ahí dentro. Ahora está abierta a todos los que compraron boletos para los cuatro días. Lo cuál hizo que esta noche en particular se sintiera como el momento más atascado del sábado. Y sólo era el principio.

Esto es un hecho: no hay nada sobre la Tierra que pueda compararse a la Comicon.

Si han visto imágenes de la Meca en el punto álgido del Ramadan, pueden hacerse una idea, el mar de humanidad circulando para acercarse a la piedra sagrada. Sólo que en lugar de vestimentas sagradas, hay camisetas de Linterna Verde, cascos de Stormtrooper, bandas de Naruto y algún Mario Bros. Y en lugar de la piedra sagrada, está el stand de la Warner con sus bolsototas de Harry Potter gratis, o el de Dark Horse con Gerald Way (el vocalista de My Chemical Romance, que ahora resulta ser uno de los escritores más solicitados), o los coleccionables imposibles de conseguir de Star Trek. Tal vez crean que han visto algo similar, por el tamaño de la FIL o por el aspecto de alguna convención local. Créanme, no lo han visto. No hay nada que se le parezca. No puedes caminar diez metros en línea recta. Puedes pasar los cuatro días y medio recorriendo los pasillos y no lo vas a ver todo. Puedes volverte loco tratando de contar las princesas Leias esclavas y las aberraciones morfológicas que por un día pueden lucir llantas y celulitis con orgullo.

Nada que se le parezca.

Y como siempre, la primera escala (que nos costó perdernos la dichosa bolsa de Harry Potter, la cuál tuvimos que pasar los siguientes dos días cazando y por fin conseguimos, para beneplácito de la Onlyguana), fue con Dean Yeagle, uno de los más fabulosos caricaturistas que hayan existido. O al menos el que dibuja las chamacas más inocentemente degeneradas. Después de esa foto que está arriba, nos mostró en su Ipod una animación de su chica Mandy con sus formas rebotando. Eso se sintió incorrecto, como Santa Claus sacando una revista porno...

Y empezamos a caminar...

Eso es.

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