Wednesday, December 20, 2006

Entre replicantes te veas...

... ¿más de alguno ha visto Blade Runner?

¿Al menos alguno?

En fin... el próximo año se cumplen 25 años de dicha obra maestra, (y el dvd conmemorativo es de las pocas posesiones materiales que tenemos en la lista de indispensables a toda costa) y me encuentro disfrutándola menos porque cada ida al centro me siento inmerso en el mundo apocalíptico, lleno de marchantes de mercancías mórbidas y misteriosas y con una afluencia vehicular de ocho automotores por peatón (y una afluencia peatonal de ocho peatones por metro cuadrado, hagan cuentas)... media hora para recorrer las quince cuadras entre Federalismo y Chapultepec, caramba...

Eso, y las vacas aleatorias... ¿son mis nervios, o se van rotando, apareciendo, desapareciendo y cambiando de lugar? ¿Planean poner alguna en el rastro?

Volviendo a Blade Runner... ¿les conté alguna vez la experiencia surrealista que tuve con el libro en cuestión? Tal vez sí, pero si ni yo lo recuerdo, tal vez el respetable tampoco... Bueno, la versión de Selecciones: Rick Deckard es un profesional llamado Blade Runner, cuya misión es detectar androides ilegales, llamados replicantes (tan avanzados que es imposible distinguirlos de los seres humanos, salvo con una prueba psicológica, ya que son incapaces de sentir compasión y emociones similares), y destruirlos. Eso es igual en el libro y la película, y de ahí varían en pequeños y no tan pequeños detalles. Bueno, uno de los principales detalles del libro es que hay una especie de gurú o maestro espiritual al que Deckard y el resto de la humanidad consultan a través de un aparato de realidad virtual (tienen que escalar una montaña, o algo para alcanzar el nirvana, pero nunca lo logran)... el caso es que para el gurú, el animal más sagrado posible es el sapo, y el segundo, la tortuga. Tomando en cuenta que prácticamente ya no existen animales vivos, casi todos son artificiales.

En fin, Deckard por fin encuentra un sapo.

Termino de leer el libro, y a la mañana siguiente abro la puerta de la casa de todos ustedes, y encuentro una tortuga...

Y no cualquier tortuga... al menos veinte centímetros de largo de caparazón, hagan cálculos. Algún día le encontraré un significado profundo y revelador al hecho.

Y esas son las cosas que recuerdo cuando el centro de la ciudad está demasiado atascado.

Ya se siente como vacaciones...

Eso es.

2 Comments:

Blogger aurangelica said...

Oh si...en estos días el centro suele estar hasta el mismisimo keke... o sea... llenísimo de gente.
Y encontrar estacionamiento es similar a sacarte la lotería... ufff...

Pero ánimo.. un día más y vacaciones!!! :D

7:21 AM  
Blogger Don Gato said...

Blade Runner es todo un clásico que los fans de la verdadera ciencia ficción no deben perderse...y pues espero con ansías la próxima entrega de la Prima Holocáustica...saludos

10:24 AM  

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