Moneando en el frío...

Chamacas y chamacos, estoy seguro de que ha habido temporadas más frías en la escena local, y que lo que pasa por frío en este país tropical es excusa para broncearse en la Unión Europea y similares... aún así, estoy esperando que en cualquier momento Dennis Quaid pase corriendo y gritando que ahí viene la onda congelante.

Pero bueno.

Este principio de año ha estado surtido (lo que tal vez explique nuestra ausencia últimamente). Funeral en la familia, lo que no es habitual y menos agradable, todas las fechas de entrega que cumplir, todas las cosas de Alexa por conseguir. Temperaturas raras, noticias extrañas por todas partes. Principio de año surtido.

Pero seguimos.

Ayer compramos una cuna. Bueno, cunoide. Cama subdesarrollada con barrotes legalmente espaciados, con pintura libre de plomo y bordes a pruebas de masticación. Más bien mutante híbrido de cama y cuna. Los pañales se apilan en expectación. Qué suuuuuuuuuuuuusto...

No pensé que estrenaría la chamarra de plumas para emergencias viajeras. (Una de esas emergencias viajeras como las que dice Meg Ryan en una de sus escenas memorables de Harry y Sally). Pero funciona y me consta que se le caen las plumas, no es truco.

Y los clientes se acumulan en cuanto uno cae... al menos aún ESO se mantiene constante.

Me faltan ocho páginas de lapicear del segundo número de 50 Girls 50... afortunadamente las fechas de entrega le ponen a uno los pies en la Tierra y se acaba un poco el pánico escénico. Esto está quedando respetable, creo.

Y hablando de esas cosas, Earthbuilders, la serie de Zuda por la que todos votaron, acaba de pasar la mitad de la temporada. Así que este es un momento excelente para ir a http://zudacomics.com/earthbuilders y ponerse al corriente, justo ahora que ya sabemos de lo que es capaz la Coreana Sádica Biónicamente Mejorada.

No me quito la bufanda en todo el día, y los guantes no sirven.

En fin.

¿Recuerdan que les había dicho que nunca habían visto algo como Avatar?

http://themonkeymind.livejournal.com/35638.html

Bueno... aparentemente sí se había visto hace veintitantos años...


Pórtense mal, cuídense bien, Nancynismo para todos... saludos a la Prieta helada, a la Polla similar, al buen Buttkick, al heróico Cuaas, y a toda la maravillosa gente al otro lado del Alzheimer.

Y a la mejor esposa del mundo mundial.


Próxima semana, compramos pingüino.


RECOMENDACIONES:



-SHERLOCK HOLMES:

Mmmm...

Bueno, al menos yo estaba acostumbrado a que el detective de Baker Street fuera interpretado por Peter Cushing o algún inglés similar, y que la acción se redujera a un elemental o dos y tal vez una persecución leve.

Este Sherlock nuevo es una criatura muy diferente...

Si vieron Snatch, la otra película famosa de Guy Ritchie, pueden ir preparados para algo muy similar, al menos en la cámara frenética y los flashbacks explicativos... probablemente la película más monocromática que he visto desde Ed Wood. OK, me colgué, desde Matrix. No que sea malo, supongo que en Londres nunca sale el Sol.

Robert Downey Jr. no puede equivocarse en estos días. No estoy seguro si se está interpretando una y otra vez a él mismo, Sherlock es esencialmente igual a Tony Stark con menos dinero y más amargura... pero como sea logra darle toques únicos al personaje. Que es toda una contradicción, con una mente caótica que no logra ordenar su espacio ni dejar de torturar al perro, pero que al mismo tiempo tiene la capacidad sobrehumana de calcular el desarrollo óptimo de una pelea en un microsegundo... Jude Law, bueno, me cuentan que él sólo desquita el boleto para las féminas. Su Watson es mucho más proactivo y confiado que el personaje original (de hecho, casi es como si se invirtieran los papeles, con Watson llevando la batuta del dúdo dinámico victoriano. Pero disiento).

En fin... hay destellos de la mente analítica y perfectamente lógica que imaginó Sir Arthur Conan Doyle. Aún creo que la mejor adaptación a la pantalla de Sherlock Holmes se llama House M.D., y creo que no es accidente que este dúo Holmes-Watson ahora se lleva de manera muy similar al dúo House-Wilson, con Holmes tratando de manipular a Watson de la manera más agresiva e irónica posible, y Watson tratando de mantener a Holmes más o menos en condiciones humanas de existencia... retroalimentaciones, retroalimentaciones.

La historia no es del otro mundo, pero está maniáticamente explicada hasta el último cabo suelto, que es lo que se supone que una aventura Holmenesca debería ser. Tiene momentos lentos, pero el resto es lo bastante frenético para compensarlo, y la mesa está puesta para la secuela, que pinta para algo más grande y mejor.

Porque, elemental, siempre hay Holmes para rato.

Eso es.