Afectado por Winston...
...seis páginas para terminar la entrega urgente de la semana... ojalá...
En estos últimos días he estado leyendo (bueno, leyendo es una manera elegante de resumir esa acción de reverenciar un objeto imposible de levantar) el que probablemente sea mi nuevo libro favorito, The Winston Effect, el arte y la historia del estudio de Stan Winston.
Como ya dijimos en alguna ocasión, en el pésimo día de la partida de Stan, si alguien merece llevar el título del Leonardo o el Miguel Ángel de los efectos especiales, ése debería ser Stan Winston, y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas debería tenerle un homenaje decente en esta entrega del Óscar. Este libro (Biblia es más descriptivo) es una recopilación de todos sus proyectos hasta el 2006, con esas fotografías y arte conceptual que hacen que uno quiera aventarse por la ventana... ya sabía todo lo básico, que de su taller habían surgido Terminator, la reina Alien, toda la manada de Parque Jurásico, el Depredador, Edward Scissorhands, Pumpkinhead... pero no tenía idea de que el cráneo del Terminator que aplastan en la prensa hidráulica había sido una improvisación en papel aluminio de último minuto, o que Stan rechazó crear el extraterrestre de E.T., por lo que se estuvo dando topes diez años hasta que Spielberg llegó a hablarle de dinosaurios... o que Tim Burton había pensado que Edward sólo tendría pedazos de metal en lugar de dedos, y se encontró con esa maravilla de mecanismos...
Por si alguien piensa que no tiene sentido construir criaturas de látex y acero en estos tiempos digitales... comparen cualquier criatura digital de los Decepsodios I-III con el T-Rex, a ver cuál tiene más presencia, cuál hace vibrar, cuál está VIVA. Stan Winston fue el más grande y tal vez el último de su especie (Rick Baker crea fabulosos maquillajes... pero Stan creaba leyendas)... espero que consigan el Óscar por Iron Man, la última película en la que participó. Sería una leve justicia.
Me fascina este libro... es de los que me hacen llorar.
Eso es.
En estos últimos días he estado leyendo (bueno, leyendo es una manera elegante de resumir esa acción de reverenciar un objeto imposible de levantar) el que probablemente sea mi nuevo libro favorito, The Winston Effect, el arte y la historia del estudio de Stan Winston.
Como ya dijimos en alguna ocasión, en el pésimo día de la partida de Stan, si alguien merece llevar el título del Leonardo o el Miguel Ángel de los efectos especiales, ése debería ser Stan Winston, y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas debería tenerle un homenaje decente en esta entrega del Óscar. Este libro (Biblia es más descriptivo) es una recopilación de todos sus proyectos hasta el 2006, con esas fotografías y arte conceptual que hacen que uno quiera aventarse por la ventana... ya sabía todo lo básico, que de su taller habían surgido Terminator, la reina Alien, toda la manada de Parque Jurásico, el Depredador, Edward Scissorhands, Pumpkinhead... pero no tenía idea de que el cráneo del Terminator que aplastan en la prensa hidráulica había sido una improvisación en papel aluminio de último minuto, o que Stan rechazó crear el extraterrestre de E.T., por lo que se estuvo dando topes diez años hasta que Spielberg llegó a hablarle de dinosaurios... o que Tim Burton había pensado que Edward sólo tendría pedazos de metal en lugar de dedos, y se encontró con esa maravilla de mecanismos...
Por si alguien piensa que no tiene sentido construir criaturas de látex y acero en estos tiempos digitales... comparen cualquier criatura digital de los Decepsodios I-III con el T-Rex, a ver cuál tiene más presencia, cuál hace vibrar, cuál está VIVA. Stan Winston fue el más grande y tal vez el último de su especie (Rick Baker crea fabulosos maquillajes... pero Stan creaba leyendas)... espero que consigan el Óscar por Iron Man, la última película en la que participó. Sería una leve justicia.
Me fascina este libro... es de los que me hacen llorar.
Eso es.
1 Comments:
Ánimo!! ya faltan pocas páginas y por cierto están quedando geniales!!
:*
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