Garabato del día 36, y el ataque del Mesías Comiquero...
... como para pedir una canción, ¿no?
OK, aquí está el asunto:
La semana pasada, Llarena (que siempre me incita a la violencia) me pasó el link de una de las tiras de Óscar González Loyo. La cual no planeo buscar, chéquense el Google. Para los que no lo ubiquen, OGL fue relativamente famoso en los ochentas por un curso de yoga disfrazado de fusil de los Transformers en cómic llamado Karmatron, y actualmente por ser el mesías autoproclamado del cómic mexicano. Cada día más o menos saca una tira hablando de todo lo malo en el mundo del cómic (lo que no hace él) y todo lo bueno (lo que hace él). No, no exagero.
En fin, el caso es que en la tira en cuestión le tiraba a todos los que aspiramos a, o hacemos cómics para el extranjero. Su posición es que nos dejamos deslumbrar por el camino fácil de la industria estadounidense en lugar de tomar su camino de quedarse aquí a crear una industria y TRABAJOS PARA LOS MEXICANOS.
No, no tengo idea de cuántos trabajos haya creado con su Ka-Boom Estudio. Sé que no han publicado desde que Britney era Virgen, y sé que sus incondicionales lo idolatran con una intensidad que asustaría a Charles Manson. El caso es que le comenté respecto a la tira (lo cuál nunca hago, pero mi cerebro estaba ocioso) que esa me parecía una actitud muy mediocre, como decir que Guillermo del Toro debió quedarse aquí a hacer comerciales de antiácidos, o Fernando Valenzuela contentarse con ser el mejor pitcher del equipo llanero. Le hice ver que los mexicanos triunfando en el extranjero en el medio que sea son mejor publicidad para el país que miles de ninis que se la pasan criticando el sistema y la falta de oportunidades en vez de crearlas. Poco más o menos eso.
Y vaya que me contestó hasta que me iba a morir de hambre en cuanto pasara de moda en el Heavy Metal (lo cuál vino de la nada, para empezar estoy a años luz de estar de moda, y jamás me puse de ejemplo, ni mucho menos) y que cuando volviera a México (que jamás me he ido, por cierto) rechinaría los dientes por no haber una industria que no ayudé a crear como él...
En fin... creo que Horizonte Cero, Ruptura, las Crónicas del Oeste y del Fin del Mundo, Quaentum, los libros Monero, de Vuelta a Verne y de crónicas futboleras, Holy en varios medios, el Cuaas, etc., deberían contar como que participo impulsando la industria del cómic mexicana. Pero independientemente de eso, me molesta la actitud de: "mi camino es el único" y "yo soy el loser y ustedes se creen winners, pero ya verán, ya verán..."
Ponganle que quedara en eso.
Pero no quedó en eso.
Resulta que también tiene su programa de radio / podcast / lo que sea. Probablemente semanal, en el que también expresa su predicación. Y en el de la semana pasada:
http://www.mediafire.com/?a9blrx28zxzn1bw
Tuvo a bien ampliar el tema y hasta dedicarme un espacio. Con el ejemplo de Memo del Toro y Valenzuela incluido.
En fin, lo dejo a su consideración, mis pequeños pitufitos. Soy bastante intolerante a la imbecilidad, por eso aquí dejo el caso.
Eso es.
6 Comments:
Ay Axel, ajajajajajajjajajajajjajajajaja tienes la boca llena de razón, las cosas estúpidas son las que más hacen enojar... pero la verdad a mi me da pena ajena que alguien que se considera tan importante se atreva a hacer un podcast pésimo en estructura y realización. Dice que le interesa mucho hacer cosas familiares y se la pasa tirando mierda. Lanza insultos esporádicamente hacia alguien que dice que ni conoce... Se quema solo, no le ayudes XD
Y si te ayuda de algo, sabes que gente como yo genera o refuerza sus grandes aspiraciones gracias a gente como tú.
Saludos
En más o menos cuatro sesiones me aventé todo este programa de radio, y lo más probable es que mi comentario también quede en dos o tres pasadas. Sorry por retacar el espacio.
Oír al señor González Loyo me trajo recuerdos, me revivió varias cuestiones que creí que ya había olvidado. Fíjense que al trabajo de este señor lo conozco desde que estaba en la secundaria más o menos, pero no le tomé tanto interés sino hasta que comencé a juntarme con un grupo de amigos de intereses similares y con varios proyectos en mente, que eran lectores asiduos de Karmatrón y admiraban la titánica labor que era echarse un comic semanal a color.
Yo quise hacerme fan de Karmatrón. En serio, QUISE. Pero bueno.
Resulta que mis cuates y yo empezamos a editar una revistita literaria de ciencia ficción y fantasía que llamamos Laberinto. Eran tiempos (estoy hablando de hace casi 20 años) en los que los recursos eran limitados y las ediciones se hacían prácticamente con tijeras y pegamento. Entonces, tampoco era fácil contactar a la gente por internet; había pocos sitios www y ni idea de correo electrónico. Así que cuando uno de mis cuates consiguió el teléfono de González Loyo, los fans estaban a reventar de gusto.
Algunos de los muchachos viajaron a México, e hicieron una cita con el señor Gonzáles Loyo; iban muy emocionados, y le llevaron algunas Laberinto de obsequio, y para que viera también lo que hacíamos. Yo no estuve en ese viaje. Entonces todavía se podía hacer en tren, imagínense...
Total, no sé qué rayos les habrá dicho este señor, pero el hecho es que mis cuates regresaron a Guadalajara desanimadísimos, con la cola entre las patas y jurando que ya no querían hacer nada, que porque todo lo que hacíamos estaba mal. Con tirabuzón les estuve sacando algunas cosas; no todo. De lo poquito que me acuerdo fue que al señor le pareció que nuestros márgenes estaban mal, y que la numeración de las páginas no tenía el tamaño ni la tipografía adecuados; y la descripción que uno de ellos hizo sobre la manera en la que Gonzáles Loyo recibió nuestro regalito de fanzines: cabeza inclinada levemente, actitud de dios antiguo que acepta ofrendas.
Yo era entonces joven (22, 23 tal vez) y mi educación (el tipo “respeta a tus mayores, escucha a los que tienen más trayectoria que tú) privaba sobre mi sentido común; así que no supe cómo responder a mis compañeros. No sé si entonces la técnica de González Loyo para apoyar a los nuevos talentos mexicanos consistía en criticarlos por tonterías, pero bueno...
Fue mi Capitán (ex-novio) quien decidió moverse, aventarse otra llamada de larga distancia (en aquellos tiempos, también, costaban lo suyo) y preguntarle a González Loyo qué rayos había sucedido. Lo único que recuerdo fue que el señor le dijo: “Es que, si ustedes quieren hacer una buena revista de comics...”.
¿Revista de comics? El señor jamás se había dado cuenta de que lo que hacíamos era una revistita LITERARIA con DOS páginas de comic (más tarde los creceríamos a cinco). ¡El CONTENIDO de nuestro trabajo le había valido queso! ¿Entonces? Pero no tuve fácil explicarle eso a los demás; estaban todavía muy encandilados con la actitud mesiánica de este individuo (una cosa que, por desgracia, se convertiría en un problema recurrente con ellos).
Conocí (de vista y saludo) a Oscar González Loyo años después, en una convención. Me pareció que se veía buena onda. Pero también se me confirmaron mis viejas sospechas: que el señor era buena onda SIEMPRE Y CUANDO uno estuviera dispuesto a reconocerlo como amo y señor (¿de qué? Pues ahí atínenle ustedes).
Veo, con ese programa de radio que ha puesto aquí Axel, que las cosas no han cambiado mucho, salvo que al señor González Loyo le ha hecho daño esa mezcla insalubre de ego y amargura. Y que tal vez halla llevado las cosas un poquito lejos... dice que ellos (Kaboom) no son secta, pero que el que acuda a ellos no va a dibujar, sino a cargar cajas y pasear a los perros; dice que él no ofende a nadie, pero se la pasa echando tierra... y un largo etcétera que suena a viejo.
¿Por qué critica tanto a quienes, por ejemplo, han trabajado en el extranjero? Caray, digo, uno trabaja donde le ofrecen trabajo, y como dijo William Blake, “Besides I can tell where I am used well”. Si es por pura envidia, al menos que lo reconozca. Sería más honesto de su parte.
Te topaste con mi punching bag favorita, jajaja. Y le diste en la madre, prueba de ello es que le dolió lo suficiente para chillar en su programa. XD
¡Bienvenido al club!
Ni te molestes en enojarte: ni tú los harás cambiar ni ellos deben hacerte cambiar a ti ni un poquito.
Disfruta el viaje y ya, le echaste salesita a su ego de chinicuil y se retorció.
http://atinanya.blogspot.com/2010/06/esta-manana-llego-mi-puerta-una-pareja.html
http://atinanya.blogspot.com/2011/07/ka-boom-estudio-no-es-una-secta.html
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